EL ALFA Y EL BANSHEE: LOS GUARDIANES DEL ZODIACO

Capítulo 20: Sensaciones

-Veo veo- dije mirando al techo

-Muérete- contestó Liam bajo las sábanas

-¿Qué ves?- me conteste. Oí gruñir a Liam pero no me importó- ¿Qué cosita? -

-Que ostia tienes Abel- dijo Liam apartándose todo con energía hasta que pude ver por fin su cara después de horas.

- Si contestaras no tendría que hacer nada de esto- dije incorporandome hasta quedar sentado. Me estire en la silla todo lo que pude hasta que senti crujir algún hueso deliciosamente.

-¿Qué parte de "estoy bien no quiero que me molesten" no has entendido? - dijo de malas maneras Liam. Eso no me movió ni una pulgada, cosa que le irritaba más.

-No me pienso mover, ya te lo he dicho- respondí- No estás bien, por mucho que muestres ese lado tuyo que tan bien has construido a tu alrededor vete tú a saber porque-

-No necesito tu ayuda ni la de ellos- dijo Liam- ¿Por qué sigues insistiendo?-

- Si gente extraña no hubiera insistido yo no seguiría en este mundo- desvele. Liam me miró confuso- Tu no eres el único que ha sufrido-

-Te aseguro que tu sufrimiento no es nada en comparación con lo que he sufrido yo- soltó amargamente, mirándome a los ojos- No tienes ni idea-

Por fin, una ventana

-Bueno, tu no viviste una mentira toda tu existencia, tuviste que ver morir lentamente a tu ser más querido debido a un cáncer, no tuvisteis que vivir con la culpa de haber sido el único superviviente en un accidente que te dejó en coma meses y después estar en un centro durante dos meses para eliminar todo el alcohol y drogas que había ingerido de manera constante debido a la culpa y vergüenza- solté de carrerilla sin apartar la mirada- Suerte que no lo viviste ¿no? -

-Si piensas que por contarme tus mierdas te voy a contar yo las mias- dijo volviéndose a tumbar y dándome la espalda- Vas listo-

-Todo esto lo tengo más que superado- dije levantándome y acercándome a su cama. Me senté en el borde- ¿Sabes porque? Porque me ayudaron a sacarlo todo y a sanar-

No escuche nada por su parte, solo silencio.

-Mira Liam, a penas nos conocemos pero se que lo del club no ha sido la primera vez y que muy a mi pesar has sido tan jodido por la gente que no confías en nadie- dije- Pero, te aseguro que encerrarte en ti mismo durante todo este tiempo no te ha hecho bien. Por ello, quiero ayudar aunque no te lo creas-

Más silencio obtuve así que solo suspiré y me levante de la cama. Me encamine de nuevo a la silla odiosa que había visto mi culo durante dos días.

No me había despegado de Liam ni de su habitación desde que entre. Como ordene nadie nos había molestado, salvo para traer comida.

Necesitaba espacio para el, para que se abriera y que no se agobiara con tanta gente observando.

Pero esta claro que este chico es duro de roer.

-Cuatro- dijo Liam. Enseguida me pare y me gire. El seguía dándome la espalda en la cama

-¿Cuatro que? - pregunté

-Son las veces que Mike me ha hecho esto - dijo con monotonía. Me quede helado pero no quise interrumpirlo así que no moví ni un músculo- Cada vez que veía que me sobrepasaba o le hacía de menos lo hacia-

-¿Porque? - pregunté- ¿Por qué lo permitías? -

Escuche una risa amarga de su parte y vi como se incorporó. Se giro y me enfoco. Su cara estaba blanca y el contraste de los moretones con su piel era brutal lo cual me hacía enfadar aún más.