» ᴅᴇᴍᴇɴᴛɪᴀ « | goldric ; hundric

» 𝚏𝚒𝚏𝚝𝚎𝚎𝚗 ; 𝚕𝚞𝚕𝚕𝚊𝚋𝚢 «

» 𝚏𝚒𝚏𝚝𝚎𝚎𝚗 «

𝚕𝚞𝚕𝚕𝚊𝚋𝚢

» • 𝙷𝚞𝚗𝚝𝚎𝚛 ;

No hay demasiado que contar sobre los últimos días. Las vacaciones se me pasan volando con Edric y sus amigos arrastrándome de un lado para otro, cada día con un plan distinto. Empecé a salir tanto con ellos que ya casi no paso tiempo en casa, lo cual es una mejora considerable para mi salud mental. He de decir que al principio estaba un poco receloso con esto de juntarme con Viney y el resto. Es sabido que no soy el mejor del mundo comunicándome. Siempre me quedaba rezagado a un lado, sin aportar nada a la conversación, lo que me hacía sentir cada vez más un estorbo.

Pero estas inseguridades se compensaron con lo bien que me acogieron en su grupo, a pesar de que soy, bueno, un desastre que no sabe como llevar una conversación medianamente normal. Aunque a medida que pasábamos más tiempo juntos acabé abriéndome cada vez más. Era extraño, pero reconfortante en cierto modo. Es gracias a esto que a veces siento que quizás si hay un pequeño lugar para mí en el mundo. también gracias a Edric. Sobre todo gracias a Edric.

A cerca de este solo puedo decir que cada día me enamoro más de él. Cada día, cada minuto y cada segundo. La ternura que me produce este chico es imposible de llevar. Hasta yo me siento extrañado de mi mismo. Nunca me había sentido así por nadie, pero es una sensación tan agradable y pacifica. Estar con él me produce calma, simplemente es como si todos los problemas a mi alrededor se convirtieran en nada más que pensamientos distantes. Pero en el fondo se que no es así, que la vida de Edric y el tiempo que me queda con el se me escurre como arena entre los dedos. Se que acordamos tomárnoslo con calma, y él también intenta por todos los medios que no me agobie ( lo cual me hace sentir algo egoísta, porque se que él también está preocupado y no debería tener que encargarse de mis propias inseguridades) Intento evadir esos pensamientos, porque lo único que hacen es provocarme más ansiedad. Aunque muy a mi pesar, se que tengo razón, y lo llevo clavado como una espina.

Volviendo a lo que estábamos. Las vacaciones terminaron, volvemos a clase y bla bla bla. Quitado de esas pequeñas cosas (pero que suponen un gran cambio para mi) todo sigue igual. Clases aburridas, mi tío siendo imbécil, la señora Camila actuando como mi madre (la cual está, por cierto, muy contenta desde que recibió la noticia de que Edric y yo estamos saliendo) Todo normal, todo tranquilo.

La vuelta a clase se hace pesada, las vacaciones de solo una semana nos saben a poco. Y se nos hace aun más pesado el hecho de que, como es el último trimestre del año, se ha propuesto que representemos una obra de teatro para fin de curso. Un coñazo, pero al parecer toda la clase va a tener que participar.

No toda la clase actuará, algunos se dedicarán a hacer el vestuario o los decorados. Jerbo se encargará de dirigir la obra, repartir los papeles y demás. Al parecer le van mucho estas cosas, lo cual está muy guay, es muy creativo para eso. Yo, por mi parte, soy un desastre en todo lo relacionado. No es que sea de por si un portento en las artes, pero creo que las únicas veces que he actuado es para fingir que me agrada mi tío, y no creo que eso cuente como experiencia actoral (además de que ya de por si, se me da de bastante pena)

Lo único que me beneficia de todo esto es que libraremos un par de clases a la semana para los ensayos, lo cual para mi habría significado una hora y media de descanso, de no ser por que Jerbo decidió no solo incluirme en la obra, tampoco darme un papel importante. No, tuvo que darme el papel protagonista. Adiós a mis esperanzas de pasar inadvertido.

Ni siquiera sabía que obra vamos a representar hasta hace dos minutos, cuando Jerbo se acerca al rincón del salón de actos en el que me he acomodado, tendiéndome el todo del guion, que parece literalmente una Biblia. Al parecer la seleccionada es "El fantasma de la Ópera".