...4...

5.1K 383 54
                                    

•En Gotham•

*Narra Tim*

—¿Ya buscaron en toda Gótica?. –cuestioné alzando una ceja mientras me mostraba racio.

—Si, incluso le pedí a Roy que buscara en Star City rastros de el. –dijo Jason para desplomarse sobre el sofá.

—Yo pedí ayuda a los Titanes, quedaron de informarme. –respondió Dick revisando por sexta vez su celular.

—Ya hablé con Clark pero dijo que está con su hijo en este momento, comentó que no encontró a Demián he intentó rastrearlo pero no ha servido de nada. –habló esta vez Bruce con notable molestia.

—Bien, tendremos que revisar todo. ¿Alguien de ustedes sabe si mantuvo algún tipo de conversación con alguna persona externa?. –negaron de inmediato. —Jason, conmigo. Ustedes sigan buscando, iremos a buscar pistas en su habitación. –asintieron y Jason me siguió hasta su alcoba.

[...]

–Al ingresar lo primero que noté fue la ventana abierta, seguramente el mini Kent salió por ahí en busca de nuestro hermano. Lo segundo que visualicé fue su ordenador con todo acomodado a la perfección, salvo por su laptop. Me acerqué abriendola para visualizar el aviso de introducción de la contraseña para ingresar.

Cuando iba a intentar una combinación al azar su portapapeles indicaba pegar, accedí y una dirección se pegó en dicho lugar.

–Giré a ver a Jason mientras el indagaba en el mueble, estaba vacío —Bien, el demonio se llevó sus cosas.

—Y ya sabemos a donde, –apunté la dirección en un papel. —sígueme. –asintió para salir del cuarto hasta la sala. —Está en esta dirección, Jason y yo iremos mientras ustedes estarán aquí en espera de instrucciones. Lo más seguro es que ya no esté ahí.

—De acuerdo, vayan con cuidado. –dijo Dick para seguir buscando opciones.

•En la Fortaleza•

*Narra Demián*

—Maldición. –maldije por lo bajo tratando por décima vez de romper las cadenas, nunca me había sentido tan débil como ahora.

Visualizaba la habitación en busca de algo esencial que me sirviera para huir, es inútil. No hay nada que pueda hacer en este momento..., mierda, ya tenía que estar viéndome con Maya.

¡No con ese maldito bastardo!.

Inhalé y exhalé, tengo que calmarme si quiero pensar con claridad... ¡mierda, no puedo calmarme!, estoy encadenado, hambriento y cansado.

El sonido denla puerta me alarmó sacándome de ese puto trance.

—Vaya, pensé que seguirías dormido. –comentó con una sonrisa burlona mientras sostenía una charola con comida. —¿Tienes hambre?.

–negué evitando mirarle, pero mi estúpido intestino tuvo que delatarme. Sonrió juguetón para acercarse hasta mi cercanía tomando un poco de pasta con una cuchara. La acercó hasta mi boca pero desvié el rostro.

—Vamos, se que tienes hambre. –le miré furico.

—¿Tiene veneno?. –rió levemente.

"Tu libertad es mía"Where stories live. Discover now