...9...

3.7K 253 9
                                    

•En el Templo•

*Narra Nyssa*

–tras nisqiuiera tener una cantidad mínima de preocupación por mi hermana decidí visitar el templo, visitaría a mi padre de paso. Los guardias me escoltaron hasta la oficina del templo, esto..., está demasiado tranquilo, nisiquiera Maya ha tenido las bolas de saludarme y eso me inquieta. —Padre, hace tanto que no te veo. –sus turgentes labios lucían firmes, si no lo conociera esto no me preocuparía, pero lo conozco mejor que nadie y se que hay algo muy grave de por medio.

—¿Qué fue esta vez?. –solté con designio para tomar asiento frente a él cruzando mis brazos.

–tomó una bocanada de aire para fulminarme con la mirada. —Mi nieto ha desaparecido, no sabemos nada de él. –no pide hacer nada más que pestañear incrédula.

—Pero.... estaba al cuidado de su padre, ¿cómo es esto posible?. –negó en repetidas ocasiones.

—No lo sé, pero tenemos que hacer lo que sea para encontrarlo y alejarlo de esa familia.

—Y estoy de acuerdo contigo, pero no podremos buscarlo solos.

—¿Nos estás quitando prestigio, Nyssa?. –me fulminó febril.

—Para nada, es solo que si hubiese estado aquí cuando desapareció nos sería más fácil a nosotros buscarlo, pero fue en la ciudad de Gótica. No tenemos experiencias allá como ellos. –suspiró franco.

—... Tienes razón, pero hasta el momento no han tenido éxito.

–visualicé el suelo para levantarme abruptamente saliendo de su oficina, saqué mi celular enlazando una llamada. —Vamos... responde.

Estás llamando al celular de Cassandra Cain, por favor deja tu mensaje.

—Soy Nyssa, necesito que me devuelvas la llamada en cuanto recibas esto..., –suspiré decaída. —Es urgente. –Finalicé el mensaje.

•En alguna parte de Gotham•

[...]

*Narra Cass*

–ingresé al restaurante que acordé con las chicas horas atrás, me acerqué hasta la mesa y tomé asiento. —Me alegra verlas chicas. –sonreí gustosa.

—Lo mismo digo, ¿qué han estado haciendo que no me invitan un trago?. –cuestionó Rebecca con una sonrisa juguetona.

—Oh callate, siempre que te invito nunca tienes tiempo. –se quejó Stephanie cruzándose de brazos.

–reí por lo bajo. —Tranquilas chicas he estado muy ocupada últimamente, pero cuéntame Steph, ¿qué sucedió con Jackson?.

–desvió la mirada indignada. —Es un idiota, nisiquiera pudo tomarme de la mano por cuenta propia, o siquiera besarme. –suspiró con agobio.

—Que extraño, ¿le habrá gustado alguien más?.

—¿De qué hablas?, estaba vuelto loco por mi hace un par de años atrás y ahora que lo acepto se porta fatal. –se tomó de una sola el vino que reposaba en su copa.

"Tu libertad es mía"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora