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|En alguna parte de Gotham|

*Narra Jon*

–mantenía la cabeza gacha rememorando esa agridulce visita que me dejó un mal sabor de boca sintiendo la presencia de mi papá frente a mí. —¿Qué quieres esta vez?. –solté frívolo.

—No tienes que ponerte así, intento sacarte de aquí pese a tus cuestionables acciones, tu madre está devastada con todo esto y a ti parece no importarte en lo absoluto.

–ni siquiera me molesté en responder.

—¡Solo te importa ese estúpido deseo enfermizo hacia ese maldito mocoso!. –sentí la furia desbordar de mi cuerpo, lo encaré con mis orbes carmesí quedando a centímetros de él siendo retenido por las rejas y la poca —pero malditamente efectiva— kryptonita.

—Mide tus palabras, papá. –me aguantó la mirada una brevedad de segundos.

—Si lo hiciste... ¿no es así?.

—Y lo haría un millón de veces más con tal de tenerlo. –negó un par de veces para suspirar.

—... No te darán el perdón, mucho menos retirarán los cargos y-

—El vino a verme, aún no es tarde para obtener mi libertad a su lado, el... sufre de estocolmo por mí, sé que puedo persuadirlo.

–suspiró inquieto. —Esa es la cosa, no sé cuanto tiempo permanezca en esta ciudad.

–lo miré extrañado.

—Había una mujer en la mansión cuando fui con Bruce, es su madre. El- —se irá. –completé la frase para verlo asentir, sentí mi mundo derrumbarse, hiperventilaba y mis pulsaciones aumentaron considerablemente.

El no puede abandonarme, no puede hacerme esto.

[...]

|En la mansión|

*Narra Talia*

–iba de un lado a otro con notable desesperación. —¿Aún nada?.

–negué ante la cuestión de Maya. —Me dijo que si iría conmigo, ¡estaba decidido a dejar esto atrás!. –arrojé su maleta quebrando la ventana de su habitación.

—Lo entiendo pero no ganarás nada poniéndote así, quizás el-

—Quizás cambió de opinión y huyó.

—Quizás, es una palabra poco justa cuando hablas de mis acciones, madre. –sentí mi labio inferior temblar con brusquedad.

[...]

|En alguna parte de Gotham|

*Narra Demián*

–el beso culminó cuando el oxígeno también lo hizo, tomé su chaqueta con una fuerza moderada sintiendo su preocupación. —Nos estamos hundiendo, Todd. –aumentó la fuerza en su agarre acercándome más a su cuerpo.

"Tu libertad es mía"Where stories live. Discover now