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CAPÍTULO 39

CAPÍTULO 39

1 año después.

AVRIL WATSON

Llego a la empresa y subo hasta mi oficina, es amplia, con pisos de madera y un escritorio frente a las grandes ventanas, mi silla está detrás del escritorio dejando a mis espaldas la gran vista a la ciudad en cuanto me siento.

Cuando termine la carrera mi padre me asignó una de sus empresas, fue un increíble detalle de su parte y me he esmerado mucho por hacer que progrese y ahora estamos en medio de un proyecto para inaugurar otra empresa en México.

La empresa se especializa en remodelaciones de casas, tengo arquitectos, diseñadores de interiores, y mucho personal esmerándose en sus trabajos.

Han pasado varias cosas en este año y medio después del disparo que había sufrido.

Taylor tuvo a una hermosa bebé a la que llamaron Cristina, ella y Max pasaron juntos todo el proceso del embarazo, luego de que nació la bebé decidieron vivir juntos ya que Max quería pasar más tiempo con su hija, quería a Taylor y ella igual, así que ahora viven juntos.

Stefh consiguió un buen empleo aquí en Londres y se mudó junto con Mideri en un lindo apartamento. Mideri trabaja conmigo ayudándome con los diseños, resulta que es una gran diseñadora de interiores.

Luego un mes de mi recuperación ya no tuve ninguna noticia de la señora Aurora, dejé de insistir en hablar con Aarón, me centré en que tenía que terminar la carrera, ser una buena empresaria, y eso fue lo que hice, no volví a tener una relación por que no quería enfocarme en otra cosa que no fuera hacer crecer esta empresa que mi padre puso a mi cargo.

Me dispuse a revisar unos archivos, además de tener esta empresa a mi cargo también soy parte de una fundación que ayuda a los niños sin hogar, organizamos varios proyectos donde los fondos recaudados van a los orfanatos u hospitales donde hay niños hospitalizados que no tienen dinero para seguir con sus tratamientos. En esta empresa también me ayuda Mideri.

Recibimos muchas donaciones para la fundación.

Tocan a la puerta y solo digo "pase" despreocupadamente mientras sigo con la vista fija en los documentos.

La puerta se abre y vuelve a cerrar pero como nadie dice nada levanto la vista y me quedo helada ante la persona frente a mi, a quien no esperaba ver y ya me había resignado a no volver a ver jamás.

Aarón Fox

Ahí estaba, frente a mi, en vivo y en directo, en carne y hueso a solo unos pasos después de un año y medio de solo saber de el por las noticias de chismes en Facebook.

Se veía bien, siempre lo hacía, y muchas cosas pasaron por mi cabeza, recuerdos, los cuales el se encargó que solo se volvieran eso, simples recuerdos.

- Adelante - señale la silla y usé un tono serio, sería profesional, no había por que no serlo, de seguro vino a hacer un trato de negocios, no tendría sentido otra razón.

Fue un año y medio sin contacto, sin comunicación directa alguna, tenía una orden de restricción en su empresa la cual he respetado todo este tiempo, así que de no ser por un buen trato de negocios no hay nada que tenga que hacer aquí.

- ¿Que tal? - su voz sonaba tan o incluso más masculina y seductora que antes.

¿A cuantas mujeres les habrá bajado las bragas soltando solo esas palabras?, ni siquiera quería hacer la cuenta.