CAPÍTULO 15

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- Número de palabras: 1077
- Fecha de publicación: 13/02/22
- Categoría: Fanfic

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Había perdido la cuenta de la cantidad de pasillos por los que cruzaba de forma incesante, el dolor de sus articulaciones por el sobreesfuerzo físico de llevar al límite cada centímetro de sus adoloridas piernas. Producto del cansancio y la pérdida de sangre, o simplemente su cordura desvaneciéndose por cada minuto que transcurría en ese lugar, parecía que las voces y el ritmo de los pasos se aproximasen a un ritmo de vértigo.

- ¡No puede estar lejos, sus heridas son de gravedad! - una tonalidad acompañada de gritos junto a varios, el eco del metal quebrandose y golpeando las zonas cercanas; los pasos sobre las baldosas haciéndolo temblar ante la incertidumbre de escapar de aquella prisión en medio de la nada.

Aceleró el ritmo en el que sus brazos buscaban el sostenimiento de la pared cuando el silencio se volvió de nuevo su única compañía. El polvo acumulado lo hacía toser con algo de violencia, sus jadeos se incrementaban a cada momento mientras un río de sangre descendía de la comisura de cada herida abierta. Aquello solo había sido el principio de su pesadilla.

Ocho horas antes

El "viaje" hacia la inconsciencia producto de aquel tiroteo finalizó cuando un golpe se incrustó en sus costillas, aunque no tuviese la suficiente fuerza como para quebrarle una de estas o al menos no de forma superficial, había sido suficiente para hacerlo escupir sangre.

- Al fin despertaste, creí que debería utilizar de nuevo eso - reconoció esa tonalidad grave al instante, limitándose a centrarse en un punto fijo mientras los huesos de sus manos eran quebrados con unas tenazas, haciéndole saltar la piel de los nudillos y obligándolo a gritar.

El deleite de aquellos sonidos, mezclado con el retumbar de estos por la estructura le causó una sensación de placer manifestada en breves aplausos.

- ¡Bravo, realmente sigues manteniéndote consciente a pesar de no querer abrir la boca. El objetivo inicial era esa chica, pero cuando supimos de tu ubicación quisimos hacerte una visita. Él estará feliz de verte de nuevo, ha pasado mucho tiempo! - un hombre de complexión delgada y aspecto enfermizo comenzó a reír de forma desquiciada mientras en sus manos se movía un bastón en forma de trébol, acercándose a la pared para agacharse a la altura de aquel hombre mientras sonreía con burla.

- Déjalo respirar, lo necesitamos vivo - una voz algo más seria intervino desde las sombras más cercana a la ventana que permitía la única entrada de luz.

- Diamante.-

Recordaba demasiado bien esos rostros, nunca podría olvidar a dos de los hombres que lo sumergieron en un abismo de desesperación y asuntos ilícitos a una edad temprana.

El ruido había disminuido a medida que se alejaba del lugar por el que había llegado, seguramente estaría cerca de una zona de poco tránsito, aunque eso significase más posibilidades de muerte.

- Joven, acércate -

Una voz interrumpió sus propios pensamientos mientras con una de sus manos buscaba la procedencia de esta sosteniendo sus temblorosas manos en los barrotes oxidados. Sus tatuajes podían ocultar de manera parcial el desgastado físico de sus manos, pero no podrían hacerlo demasiado tiempo si caía en la inconsciencia de nuevo.

- Hacía mucho que no recibía visitas, es bueno saber que siguen en activo - con algo más de sarcasmo la voz regresó a sus pensamientos, logrando captar su atención al ver un breve halo de luz traspasar una de las celdas más lejanas de aquel interminable pasadizo.

Al aproximarse pudo distinguir mejor esa silueta, un hombre de mediana edad con cabello oscuro y facciones serenas, sus músculos se encontraban en tensión a pesar del desgaste físico, y en sus manos y tobillos las cadenas cubrían y presionaban las extremidades. Dejó reposar parte del peso del cuerpo en aquella separación, bajando la mirada para analizar de nuevo a aquel sujeto, parándose a tomar algo de aire mientras lo inspeccionaba y dirigía su mirada hacia la parte inferior de su cintura.

- No debe de sorprenderte demasiado, todos perdemos cosas necesarias para seguir viviendo - con bastante naturalidad señaló el lugar por el cual ambos continuaban con la mirada fija, haciendo sonar uno de los grilletes y arrastrando sobre el suelo aquel metal. - No es común perder una pierna, pero llevo tanto tiempo aquí que perdí la cuenta.

Se obligó a apartarse, debido a su trabajo había tenido que presenciar multitud de veces casos peores a ese, incluso obligándose a amputar por supervivencia. Tomó algo de aire tratando de recuperar el oxígeno faltante, pero a pesar de ello se inclinó al sentir diversas sensaciones hasta expulsar las náuseas. No era normal, no desde el punto de vista médico. Al recuperarse regresó al lugar anterior, algo más calmado, y tomó asiento frente a este.

- Si te preguntas cuanto llevo aquí, perdí la noción del tiempo. La última vez en la que pude ver a mi mujer e hija ella solo tenía unos pocos años, quizás no me recuerde. - con un tono melancólico mezclado con serenidad levantó la cabeza para mirar al hombre al otro lado una vez más.

- si fuese tan sencillo olvidar, seguramente la mitad de nosotros hace demasiado que lo habríamos hecho. Ella lo recordará, no son cosas sencillas de olvidar - quería pensar eso, afirmandolo más hacia sí mismo que a una entidad divina. Tomó algo de aire haciendo presión sobre su propia herida, la adrenalina lo había hecho olvidarse de forma temporal.

- Pareces estar convencido de eso. Soy Kyros, aunque todos me conocían bajo el nombre de...- su frase se vio interrumpida por la leve expresión de sorpresa y calma manifestada en el rostro del tatuado.

- El Gladiador del Coliseo - lo reconoció cuando sintió la fisura de algunas heridas a simple vista. Había escuchado hablar de él, las leyendas sobre su vida, y su desastrosa muerte.

Sin embargo, lo tenía ante sí mismo, como una aparición espectral. Bajó la mirada para revisarlo de nuevo, esas heridas físicas podrían ser incluso peor a las suyas.

- Pareces haber visto esos espectáculos, solo sirven para entretener y hacer olvidar a algunos. En mi caso fue igual, pero es otro asunto. Deberías de esconderte, si te encuentran, te matarán.- levantó la cabeza con intención de respirar algo más por aquel fragmento de luz el cual le permitía recuperar un mínimo de esperanza de abandonar aquel lugar.

- te ayudaré, a cambio, me ayudarás a salir.- no tardó demasiado en levantarse, aunque entrar hubiese sido difícil, salir podría significar su búsqueda y captura asegurada, además de un peligro.

𝑲𝒂𝒑𝒔𝒐𝒖𝒓𝒂 [𝐿𝐴𝑊𝐿𝑈  𝐴.𝑈.]Where stories live. Discover now