6

6 2 0
                                    

Culpa

FRAN

Mientras esperaba a que los neandertales salieran del bar, un grupo de chicos, se acercó a mi, bueno, no a mí en particular, si no a la moto que estaba a mi lado. Cuando los ví bien, entendí que eran amigos de mi hermano.

-Es la moto del imbécil, ¡destrúyela!-exclamó uno de ellos mientras el otro la pateaba con fuerza.

-¡Hey!, ¡Niko!, ¡deja eso!-Grité para que me miraran.

-Oh, Hola Franu, ¿Cómo has estado?-Preguntó el nombrado anteriormente. Sus amigos dejaron la moto para acercarse a saludarme.

-Bien, perfectamente, ahora aléjense de esa motocicleta.-Dije quitándole el mechero del bolsillo al chico para encender mi cigarro.

-¿Conoces al dueño de está mierda?-preguntó otro de ellos.

-¿Y qué si lo conozco?, Vayan a hacer vandalismo en otro lado, por favor.

-Mira, Fran, no se qué clase de relación tengas con este delincuente, ni lo mucho que te haya contado tu hermano acerca de él, pero será mejor que te mantengas alejada, no sabes cómo es, no es bueno para ti.

-¿Te has visto?, Estas en una pandilla, a las cinco de la mañana en un bar de mala muerte destrozando la moto de alguien más, no eres justamente un ejemplo de buena persona Jack...

-No te lo digo como el amigo de tu hermano, te lo digo como pandillero que dices que soy, conozco a los míos, conozco estás calles, sé que ese tipo no es bueno para ti, ni para nadie, lo verás tarde o temprano.

-No es mi novio, tranquilo, solo me trajo a un bar, acabo de conocerlo.

-¿Te llevamos a algún lado?-sugirió Niko. Conocía a esos chicos desde hace mucho tiempo, pero eran desconocidos en ese momento, luego de que entraron a esa gran pandilla sureña, todos cambiaron, incluso mi hermano. Luego de la muerte de Lans, casi a las semanas, los sureños aceptaron a Amiel como parte de su grupo y mi hermano se perdió por completo, como si tuviera un objetivo en mente que debía seguir.

No quería acercarme a ellos, ni a nada relacionado a su pandilla.

-No, gracias, ya váyanse, mi hermano debe estar por salir, junto con el dueño de ésta moto.

-Entonces nos vemos luego, cuídate Fran.

Y dicho eso se marcharon, justo a tiempo para que mi hermano y su enemigo salieran del bar, siendo arrastrados por los guardias de seguridad.

-¡Aquí estás!, ven, ¡vámonos a casa!-Dijo mi hermano, arreglando su ropa y rebuscando en ellas para encontrar lo que supongo son sus llaves.

Miré a Kaden limpiarse el rostro sangrado y sacar sus llaves del bolsillo. Pasó por mi lado sin decir nada y se montó a su moto. Sin embargo, en lugar de arrancar e irse, se quedó allí durante unos minutos, mirando sus manos ensangrentadas.

¿Me estaba esperando?

-Yo... Me iré con él-Le aclaré a mi hermano, pero este sólo observaba a Kaden, lo miraba como si estuviera frente a la peor persona del mundo.-Amiel... estoy hablando contigo.

-Hablo enserio, ven conmigo, Fran, hazme caso una vez en tu vida.

-¿Tienes miedo de que corrompa a tu dulce hermanita?-fue lo único que soltó el chico sobre la motocicleta.

-Cierra la boca, si está cerca tuyo acabará loca o muerta en la acera...

-¡Amiel basta!.

Kaden se bajó de su motocicleta dispuesto a seguir la pelea.

-¡No!, ¡alto ahí!, no volverán a pelear, vete a tu casa o... No importa a donde solo vete Kaden.

Tomé a mi hermano y me lo llevé lejos, porque no quería ver cómo se asesinaban, poco me importaba los problemas que tenían que resolver, tenia sueño, quería dormir.

(...)

-Fran, no me gusta que estés cerca de esos chicos, de él, podría hacerte daño.

-Mira, no me hablas en más de tres meses, me ignoras cada día, no quieres estar cerca de mí y me tratas como una basura, ¿pero ahora vienes a decirme con quién puedo o no emborracharme?, ¿Desde cuándo te importa?

Ambos nos encontrábamos yendo a casa en trasporte público, ya que a pesar de que mi hermano tenía un auto no me gusta subirme a él, es como si fuera una máquina asesina después de lo que ocurrió, sabia que parecía una estupidez cuando lo decía en voz alta, pero no me gustaba, me asustaba, me ponía a llorar o a hiperventilar, aún más cuando este paraba en los semáforos. A Amiel no parecía importarle, porque cuando papá le regaló otro coche para suplantar al robado, mi hermano accedió sin rechistar.

-No trato de ser el hermano mayor responsable, solo intento que no acabes igual que todas las personas que están cerca de Kaden. Tú no lo conoces Fran, no sabes lo que ha hecho, no está bien.

-¿Y que te hace pensar que yo sí?, ¿Sabes acaso donde fue que lo conocí?

Él negó esperando a que continuara con la historia.

-Estaba en la escuela, en la azotea...

-¿Y?, No veo porque te encontrarías mal.

-Estaba por saltar, en verdad iba a saltar, si no lo hice fue porque Kaden me detuvo-dije en un susurro, no estaba segura de como se hablaba sobre estos temas, ni de como se lo tomaría, tal vez me llamaría egoísta, malvada, quizá me odiaría e ignoraría más tiempo que antes. Sin embargo, para mí sorpresa, lo que hizo fue tomarse la cara y llorar. Por primera vez, desde que Lans murió, lo vi llorar, incluso llegué a pensar que carecía de sentimientos.

Me sentí mal, no quería que el llorase por mi culpa, no quería ser una carga... Me sentí culpable.

-¿En verdad ibas a saltar?,-Preguntó ahora mirándome, agradecí que no hubiera nadie en el autobús, de lo contrario todos estarían enterados de mis delirios.-pensé... pensé que era para llamar la atención o algo así, perdóname...

-Amiel, no importa, yo solo... Lo siento.

-¿Hace cuánto estas planeando esto?.

-En verdad no importa, no ocurrió, yo...

-¡¿Hace cuanto Francesca?!

-Desde lo de Lans...

-Lo lamento, en verdad lo siento, no lo sabia...

-No podrías saberlo, no me hablabas.-mi comentario fue frio, lo sentí en cuanto lo lancé, pero fue muy tarde para retractarme.

-Es que... Fue duro, no podía verte porque al hacerlo, es como si lo estuviera viendo a él.

-Entiendo eso, pero me dejaste sola Amiel, yo también te necesitaba, también perdí un hermano.

-Mamá te trata mal, ¿por mi culpa no es así?

-Ella dice que yo soy responsable de lo que ocurra mientras ella no está, dice que soy tu hermana, que debo cuidarte, porque no pude hacerlo con Lans, dice que si yo no hubiera insistido en ir a ese concierto...

-¡¿Ella te dijo eso?!, ¡No es tu culpa que haya muerto!, ¡No tienes que cuidar de mí tampoco!

-Si, pues ella no lo cree así, así que por favor, ya deja de hacer tonterías como las de hoy, solo... Deja las pandillas.

-No es tan fácil, no puedo irme así como así, hay cosas que debo hacer.

Me enojé, en verdad lo hice, ¿Cómo es posible que siga pensando en tonterías como esa después de todo lo que ocurrió?, ¿No fue suficiente?.

-¡¿Cosas que hacer?!, ¡Puras mierdas!, ¡Ya estoy harta!, ¡no volveré a involucrarme contigo hasta que lo dejes!.

Me levanté de mi asiento y toqué el timbre, bajé unas cinco cuadras antes, pero no me importó, quería respirar, necesitaba calmarme antes de llegar a casa.

El día sería muy largo.

El show de los fenómenosWhere stories live. Discover now