El show de los fenómenos

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Sentimientos encontrados

KADEN

No podía creer lo que estaba viendo, Seka apareció con su auto en medio del campo y Fran venía a su lado caminando bajo la lluvia, mientras su cabello se le pegaba a la cara.

No sabía que estaba haciendo pero tenía la sospecha de que lo averiguaría muy pronto.

De pronto una música rara comenzó a sonar por los parlantes del auto.

—¡Rash!, ¡ven conmigo!—Fran tomó las manos de mi amiga y tiró de ellas para levantarla de su asiento.

—¿Qué haces Fran?—fue Mateo el que preguntó primero.

—¡La música cura!, ¡Vengan!—gritó ella saliendo a la lluvia.

Rasha la siguió pero no decía ni una sola palabra, es más, solo la miraba como si entendiera a la perfección lo que Fran quería decir.

Entonces vi a Fran comenzar a bailar, su cuerpo se meneaba al ritmo de la música, saltaba y giraba mientras reía. Tuve que pestañear un par de veces porque no me creía lo que estaba viendo. Mateo pasó a mi lado riendo por lo que estaba pasando.

—¡Ella me cae muy bien!—Exclamó y salió a la lluvia para acompañar a la chica bailarina. Ahora ambos se movían extrañamente. Seka moría de risa y su novia miraba a sobre manera a Fran, pero más allá de eso, lo que más me llamó la atención, era que bajo la lluvia y después de haber llorado a mares, Rasha estaba riendo, bailando de la mano de Francesca.

La música cura...

Mi vista se fue hacia la chica que había iniciado este baile, ella sonreía y bailaba con todos mis amigos, se había ganado un lugar en nuestro grupo, era parte del inframundo, pero ella aún no lo sabía.

La lluvia la empapaba, su ropa y cabello estaban pegados a su delgado cuerpo. Noté que en su rostro, cuando sonreía, se le formaban pequeños hoyuelos.

¿Los tenía antes?, ¿Por qué no los había visto?

Mientras la observaba, ví como se separaba de mis amigos y se comenzaba a acercar a mi.

Oh no, claro que no...

—¡Ven!, ¡Baila!, ¡No seas amargado!.

Ella tomó mi brazo e intentó llevarme con ella, mas no pudo moverme.

—Olvídalo, eso no pasará...

—¡Vamos!, No seas asi... Baila conmigo...

—Francesca...

Iba a negarme otra vez, levanté la mano para llevarme mi cigarro a la boca, pero entonces ella hizo algo que me descolocó completamente. Velozmente se acercó a mi mano y puso su boca en mi cigarro, luego, le dió una calada mientras estaba en mis dedos, a escasos centímetros de mis labios.

Jamás una chica había hecho algo así, ninguna novia que tuve antes intentó algo siguiera similar, por lo que no supe cómo reaccionar.

—Quiero bailar—dijo ella una vez que soltó mi cigarrillo.

—Baila con Mateo...

No supe que responder, no podría describir lo que sentí, porque sus ojos me miraban desde su altura, fijamente, diciendo demasiado pero a la vez diciendo nada. Era como una mirada demandante, sin suplicar, exigiendo que baile con ella.

—Quiero bailar contigo...

El agua sobre su piel, su cabello mojado y su misma aura me resultaban increíbles, quería hacerle caso.