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"Celos"

FRAN

El viento en mi rostro me hacía sentir libre, me gustaba la sensación de estar volando, como si nada ni nadie me atara. Iba sujeta a la moto porque, libre pero no idiota, pero me sentía viva y por primera vez en mucho tiempo me gustaba estarlo.

Llegamos a Noxus y el auto de Seka se estacionó frente a nosotros.

—Baja, voy a asegurar la moto y nos vemos adentro—afirmó Kaden mientras se quitaba el casco. Su cabello estaba sorprendentemente ordenado, no parecía una maraña sin forma como el mío después de sacarme el casco...

Me peiné con las manos rápidamente mientras seguía a Rash y los demás hacia la discoteca.

Una vez dentro la música me retumbó en los oídos, era una canción sucia, reggaeton del bueno, como dijo Seka. No estaba acostumbrada a escucharlo ni mucho menos a bailarlo, pero no me molestaba, de hecho era pegadizo, me hacía querer bailarlo...

La magia del perreo...

Veía a Rasha menear sus caderas al ritmo de la música, como si esa parte de su cuerpo tuviera vida propia, increíble.

Sofía por otro lado bailaba de una forma sexi, pero un poco más refinada, sin tanto movimiento de trasero. Ella se mantenía a un lado de Rasha mientras que su novio y Mateo hacían fila para la bebida.

El dj comenzó a mezclar canciones hasta que llegó a una que me gustó y me hizo empezar a moverme sin darme cuenta.

"Human" de the killers estaba sonando a todo volumen y mi cuerpo seguía el ritmo, mientras me acercaba lentamente a las chicas con las que vine, ellas seguían la melodía sin pensarlo mucho, adaptándose completamente a ella. Pronto los chicos llegaron a nosotras, Seka bailaba con su novio, mirándose a los ojos directamente, algo bonito de ver. Mateo por otro lado los tenía cerrados, realizando movimientos extraños, incluso creí haberlo visto saltar. Llegué a la conclusión de que era un chico muy efusivo, tímido, pero cuando se sentía a gusto podía ser muy agradable.

Luego sonó "Crybaby" y fue el momento en que vi a Kaden aparecer entre la multitud, me veía directamente a los ojos, a pesar de que las luces le impedían hacerlo con claridad. De un momento a otro, su caminar cesó y con sus ojos me hizo la seña para que vaya con él.

—Rash, ahora vuelvo—le dije a mi amiga, a lo que ella simplemente asintió y continúo bailando. Comencé a caminar hacía el chico que había conocido hace poco menos de un mes, aquel que me salvó de mi destino incierto y me hizo conocer un mundo nuevo, impregnado de humo y luces de neón.

Mientras me iba acercando mis nervios incrementaban, tenia que disimular lo temblorosas que estaban mis manos. 

Las luces nos cubrían en un azul intenso y Kaden me sonreía mientras me acercaba, su mirada era casi felina, como si fuera a atacar en cualquier momento. Finalmente llegué a el justo cuando la canción llegaba a su punto más alto. 

—Me gusta el lugar, hay que venir más seguido, ¿no?—dije una vez que lo tuve de frente.

—si tu vienes, yo vengo...

El aire se me estancó en los pulmones y todas las frases que pensaba decir me resultaron ridículas. 

—Deberíamos bailar...—estaba tartamudeando, ¡por primera vez en mi vida estaba tan nerviosa que tartamudeaba!

—Si, si deberíamos...—dicho eso, él me tomó por sorpresa y se acercó a mi de tal manera que nuestras frentes quedaron casi pegadas, me miraba a los ojos directamente mientras me desorientaba con su típica sonrisa. Kaden estaba al tanto de mi respiración acelerada, por lo que lentamente fue posicionando su mano derecha en mi cintura y balanceándose sin un ritmo en particular, simplemente dejando que nuestros cuerpos fueran libres, pero sin dejar de estar cerca uno del otro. —Sabes Franki... estuve pensando mucho en ti últimamente y no se que tan bien esté eso...

El show de los fenómenosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora