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  El inframundo

 Me encontraba caminando por la mitad de la calle, en la noche mas fría del año, pero esta vez no estaba sola, ellos iban conmigo. Iban hablando, canturreando canciones que desconocía y riendo como si no estuviera a punto de llover.  

—oye... ¿puedes decirme a donde vamos?—pregunté a la chica de rulos.

—Soy Rasha, pero todos me dicen Rash, respondiendo a tu pregunta,  vamos hacia el inframundo, un refugio para personas como nosotros.—señaló a sus amigos que van caminando sin prestar atención a nada mas que su charla.

—¿personas como ustedes?, ¿a qué te refieres? 

—Sin hogar o con uno al que no desea regresar.

—¿Todos ustedes viven allí?

Oímos las bocinas de los carros que nos advierten que debemos salir de la calle. Sin embargo nadie les hace caso y continúan caminando. 

 —La mayoría si, aunque algunos tienen un paradero más incierto que los demás, como Kaden, a quien ya conociste—ella sonreía con amabilidad mientras caminaba saltando los pequeños charcos en el pavimento, manchando sus botas negras con barro.

—el es... raro—solté sin darme cuenta de que eran amigos y que podría resultar ofensivo—quiero decir...

—Kaden es complicado, todos aquí lo sabemos, es un poco raro a decir verdad—soltó una risita cómplice, casi susurrada para que nadie la oyera.—pero no te preocupes, si no te agrada no es necesario que hables con el, además, es muy reservado, casi no habla con nadie, solo con Mateo.

ella señala de entre la multitud al chico de gorro rojo de antes. 

—Mateo parece haberle llegado, es el único con el que lo vemos reírse o reaccionar de manera humana.

—No me sorprende, se ve agradable.

—Lo es, deberías conocerlo, puedes venir con nosotros las veces que desees, el inframundo siempre esta aceptando nuevos miembros.—iba a responder que tal vez lo haría, pero entonces, uno de los chicos lanzo una botella directamente a la ventanilla de un auto que pasaba, parece que conocía al conductor y no tenían la mejor relación. Lo malo, era que dicho auto se estacionaba demasiado cerca de una patrulla de policía. La cual al vernos encendió las luces y comenzó  perseguirnos. 

—¡Corran!—exclamó Rasha y todos empezaron a correr, mientras yo solo atiné a correr con ellos, no había otra forma. 

 Por suerte logramos evadir a la policía y llegamos al tan nombrado inframundo, el cual se trataba de una escalera iluminada con luces led de color violeta, que daba a lo que supuse que era una vieja estación de subterráneo abandonado. Encajaba bien con su nombre a decir verdad. 

—¿Debemos bajar allí?—dije inconscientemente y luego me di cuenta de que debí quedarme callada debido a las miradas que algunos me echaron. 

—¿Acaso tienes Miedo?, te lo dije, eres una cobarde—escuché su voz burlona mientras pasaba a mi lado. Kaden reía al verme parada sin intenciones de bajar. 

—Te prometo que no es así siempre—susurró el chico de gorro rojo, que si no estaba mal, se llamaba mateo.

—Permíteme dudarlo...

el chico se rió y luego se acercó a mi, solo para susurrar

—Hoy le toca a el cantar, quizá te divierta verlo—y dicho eso desaparece en la oscuridad del suelo. 

Dudé, juro que dudé acerca que seguirlos o no, por un momento quise retroceder, pero las calles eran oscuras, solitarias y muy frías, no podía volver sola a casa, ni siquiera sabia en que parte de la ciudad me encontraba, lo único viable que podía hacer era seguirlos.

El show de los fenómenosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang