Contra Ataque. [Cahwi]

11: Stay with me.

El gran salón estaba muy bien iluminado, grandes candelabros colgados, mesas llenas de comida costosa y deliciosa, música tranquila, gente de todas las edades hablando calmadamente mientras esperaban la entrada de los anfitriones de esa noche.

Pero solo había un chico que estaban esperando ansiosamente.

El señor Go se hizo en la parte superior de la escalera mirando a todos. — Buenas noches, muchas gracias por venir a esta celebración por el aniversario de nuestra empresa. Hoy verán de nuevo mi nieto así que espero que puedan llevarse bien con él, hasta podría escoger un prometido. — Comentó riéndose levemente y muchos le siguieron.

Luego bajó por las escaleras dejando a todos aún más emocionados hasta que las luces se apagaron y se enfocaron en una sola persona quien se hizo en las escaleras, todo quedó en silencio.

Yahwi bajaba con elegancia, su porte era delicado mientras daba una pequeña sonrisa, sus cabellos negros bien peinados a un lado, un traje azul rey que resaltaba sus lindas curvas y trasero, labios gruesos y brillantes, ojos gatunos tan hipnotizantes que toda la multitud quedó embobada ante esa figura que finalmente se posicionó al lado de su abuelo.

— Muchas gracias a todos por venir, espero que se diviertan. — Mencionó sacando a todos de su ensoñación.

Y de repente se vio envuelto de mucha gente que empezó a saludarlo, todos ya sabían que él era un pregman (gracias a su abuelo quien no dudó en dar la noticia gustosamente) así que venían dispuestos a presentarse con el heredero de los Go y llegar a ser su prometido.

— Gracias por venir. — Sonrió amablemente.

Maldito, mi cara está arriba, vete al infierno. - Maldijo en sus adentros mientras estrechaba la mano de un joven que no dejaba de mirarle en otras partes.

— Yahwi, ven, quiero que conozcas a esta persona. — Dijo su abuelo mientras alguien llegaba a dónde estaban.

Yahwi miró al hombre frente a él, muy atractivo, de hermosos cabellos blancos y ojos verdes, su rostro parecía el de un ángel, era algo más alto que Yahwi pero no intimidante como lo era Caín, de hecho se veía tan estúpido que el gato quiso reírse. Un chico de especie tigre blanco, era muy raro encontrar alguien de esa especie por lo que le hacía ver más llamativo pero a Yahwi no le interesaba.

Caín es más guapo. - Se sonrojó levemente y luego se dio cuenta de lo que pensó. - ¡¿Pero que tengo en la cabeza!?¡No debería pensar eso!

— Joven Yahwi, me presento, soy Adriano Lombardi pero dígame Adrián. Es un gusto finalmente conocerlo. — Dio una reverencia tomando la mano del pelinegro y dándole un suave beso en el dorso de esta.

— Hombre valiente y de gran corazón... — Murmuró Yahwi mirándolo, el joven italiano levantó una ceja. — La definición de su nombre.

El albino sonrió. — No pensé que lo sabría, así es, sobre todo de gran corazón.

Yahwi puso los ojos en blanco. — ¿Ah sí?

— Claro que sí, mi corazón está dispuesto a dar mucho amor. — Le guiñó el ojo coquetamente.

Yahwi permaneció sereno y retiró algo incómodo su mano. — Encantado, me alegro que haya podido venir. — Comentó ignorando lo anterior que dijo el joven.

— Claro que si, deseaba ya conocerlo en persona, es más hermoso de lo que imaginé. — Se incorporó y le halagó con una tierna sonrisa, Yahwi levantó una ceja.

— Ya veo pero eso ya lo se, no tiene que repetírmelo. — Se cruzó de brazos orgulloso.

Adrián solo soltó una risita para nada afectado por sus palabras y luego cambió de tema. — Quería que me permitiera bailar una pieza con usted, sería un gran honor.