Contra Ataque. [Cahwi]

17: Dolorosas decisiones.

*C va a llorar a una esquina.*

.....

Se removió sintiendo un fuerte cosquilleo, su cuerpo tembló ante tal estímulo y jadeó excitado.

— Caín... No debemos... — Logró murmurar mientras estaba apoyado en el lavamanos del baño dándole la espalda a Caín.

No sabía en qué momento el rubio lo llevó hacia el baño del bar pero toda pisca de borrachera se esfumó de su cuerpo al saber lo que Caín quería.

— Yahwi, ya no lo puedo aguantar más. — Gruñó contra su oído y besó su cuello.

El nombrado se mordió su labio, debían ser rápidos si no querían ser molestados y estaba mal pero bueno, no es como si al gatito no le gustara eso. Yahwi tomó su trasero con ambas manos y lo abrió dejando ver aquella entrada rosada, sexy y con el lubricante natural chorreando de ella mojando las blancas piernas de Yahwi en el acto.

— Ah... Yo tampoco... Follame, por favor.

Caín apretó su mandíbula, bajó el cierre y dejo salir aquel enorme pene, esa circunferencia monstruosa que le dejaba la boca seca. Yahwi abrió los ojos al verla.  

— Caín. ¿Eso es lo que creo que es? 

Un piercing ampallang* decoraba el glande de la polla de Caín, aunque Yahwi ya pensaba que no pasaría mas después del que se puso en la lengua, esto ya había sobrepasado toda su imaginación. 

(*Perforación que recorre de forma horizontal la totalidad del glande del pene.)

Lo miró muy sorprendido. — ¿Tu cuando te pusiste eso? 

— Ayer, lo hice por impulso y porque se que te gustará. — Pronunció con seguridad.

— Por Dios Caín. Que tan loco estas, no deberíamos tener sexo, para eso necesitas una recuperación muy larga. — Dijo Yahwi preocupado. 

— Ja. ¿Me estas diciendo que no tenga sexo por mucho tiempo? Yahwi, no sabes lo que estas diciendo. — Mordió su oreja y el gatito tembló cuando sintió esa polla rozar su entrada. — Esta no es la primera vez que lo uso, solo volví a ponérmelo pero ya mi tiempo de recuperación pasó así que no importa. ¿No quieres experimentar esto?

Yahwi jadeó. — Pero es peligroso... 

— Una aventura es más divertida si huele a peligro, cariño.

Caín habló de forma sexy haciendo al pelinegro (quien lo miraba por el espejo) estremecerse. Lo tomo de las caderas y entro en su agujero de un momento a otro, el rubio se quedo quieto sintiendo a Yahwi retorcerse del placer, su grito seguramente se escuchó por todo el baño pero la música impedía que se oyera. Yahwi chillo cuando esas dos protuberancias del piercing acariciaron sus paredes internas y calientes, mordió su labio totalmente cautivado.

Las embestidas no se hicieron esperar, los jadeos y sonidos lascivos de ambos se escuchaban por todo el lugar. Yahwi se incorporó dejando que su espalda tocara el pecho del rubio quien lo tomó de las mejillas para girarle la cabeza y besarlo.

La polla toco sutilmente la entrada de su útero, el piercing rasgó su interior y sus fluidos mojaron todo, Yahwi comenzó a enloquecer, delirar, temblar, la erección de Caín no bajaba, el gato podía sentir las venas palpitantes de esa polla y como su lubricante producía un excitante sonido cada vez que Caín se enterraba en su interior.

— No importa que pase, estarás siempre a mi lado. — Musitó Caín de repente contra su oído.

Yahwi no dijo nada, solo se dejó llevar por el placer mientras sus piernas temblaban mojadas de sus propios fluidos.