En busca de mi PAPÁ (Editando)

Capitulo 34.

Abrí los ojos y estiré los brazos. Vi el televisor encendido y sin volumen, así que me giré para observar a mi papá. Theo sigue durmiendo abrazado a su peluche, mientras que mi papá ve el canal de deportes comiendo papas fritas sobre la cama.

"Hey, buenos días." Dijo cuando me vio. "¿Dormiste bien?" Asenti con la cabeza. "¿Quieres papas fritas?" Me ofreció el envase y tomé dos papas. Nunca había comido fritura en el desayuno, pero me encantan las papas. "Nada mejor que comenzar el día con papas fritas. Vamos a esperar que Theo se levante para preparar el desayuno." Asentí. "¿Te comió la lengua el ratón?" Me incorporé en la cama.

"¿Cuál ratón?" Pregunté espantada. Él soltó una carcajada.

"Eres muy inocente. No hay ningún ratón, lo dije porque estabas muda hasta ahora. ¿Así eres todas las mañanas?" Asentí nuevamente. "Raro... Yo nunca estoy mudo."

Permanecimos en la cama hasta que Theo abrió los ojos, ya nos habíamos acabado el envase de papas fritas para entonces.

"Hora de desayunar. Arriba perezosos, el desayuno no les llegará a la cama." Papá salió de la habitación y nosotros salimos detrás de él.

"¿Que haremos para el desayuno?" Preguntó Theo, bostezando.

"Quesadilla. Vayan a lavarse las manos en el fregadero, sin mojar el piso."

Obedecimos inmediatamente y nos dirigimos al fregadero. Abrí el grifo y ambos metimos nuestras manos al mismo tiempo, salpicando agua.

"Les dije sin mojar el piso... Olvidenlo, ya está mojado. Vuelvan aquí."

Cerré el grifo y traté de no resbalarme con el piso mojado. Theo y yo nos sentamos en las banquetas frente al mesón, y observamos como mi papá preparaba el desayuno con rapidez. Después de un tiempo en la estufa, sirvió cantidades pequeñas en dos platos y los puso frente a nosotros.

"Bien, aquí tienen. Traté de preparar un desayuno decente y nutritivo para ustedes. Coman." Dijo mirando su creación con orgullo. Luego se alejó para tomar la sartén con el resto de quesadilla, y se sentó en una banqueta, relamiéndose los labios.

"¿Vas a comer todo eso?" Pregunté mirando la sartén. Él miró hacia abajo y se encogió de hombros.

"Si. No suelo usar platos cuando cocino, porque siempre cocino para mí solo, así que devoro todo desde la olla, o sartén. Un hombre adulto debe alimentarse bien... Y también me ahorro el trabajo de fregar más platos." Asentí con la cabeza. "¿No vas a dar las gracias hoy?" Me recordó antes de comenzar a comer.

"Oh cierto." Él sonrió.

"Adelante." Me animó. Cerré los ojos y junté las manos frente a mi plato.

"Gracias Dios por esta comida nutritiva, y por todo lo que haces por nosotros. Amén." Abrí los ojos.

"Amén. Ahora sigue Theo." Theo imitó mi acción, cerrando los ojos.

"Gracias Dios por quitarle todas las ocupaciones a mi tío así él pude pasar tiempo conmigo. Deseo que se quede sin trabajo para siempre, amén." Mi papá frunció el ceño.

"¡Hey! No no no. No le hagas caso al niño, Dios. Él no quiso decir que me quitaras mi trabajo, es lo único que tengo para ganar dinero." Habló mirando hacia el techo. Theo y yo comenzamos a reír. "En fin. Gracias Dios por permitirme pasar tiempo con estos maravillosos niños, deseo mucha vida y salud para verlos crecer y disfrutar de ellos por mucho tiempo. Prometo que jamás volveré a alejarme de sus vidas, y seré un hombre más responsable. Amén... Oh y gracias por la comida, que yo hice por cierto." Dejó de mirar hacia el techo y nos observó con una sonrisa. "Buen provecho."