Capitulo 35.

94.9K 8.8K 3.3K
                                    

"Buenas noches, oso amarillo." Dijo cubriéndose con su manta.

"¡PAPÁ!" Exclamé. Él soltó una risita antes de apagar la luz de su lámpara.

"Duerme bien, preciosa." Sonreí.

Luego se giró en la cama, dándome la espalda. Me siento sola en ésta cama tan grande, sin Theo sobra mucho espacio... Y no tengo mi oso para abrazar. Me rodé muy cuidadosamente, para acercarme a mi papá sin despertarlo, y lo abracé con un solo brazo. Él se asustó al instante, pero luego suspiró.

"Buenas noches." Dije cerrando los ojos. Ahora no me siento sola. Sonreí ampliamente y me quedé dormida.

Al día siguiente desperté sola en la cama. Todo está en profundo silencio y me asusta un poco. ¿Se habrá ido y me habrá dejado sola?

"¿PAPÁ?" Me incorporé en la cama, haciendo puchero. "Papá..."

Me puse de pie, y me estremecí por el frío del piso. Caminé de puntillas hacia la puerta, pero cuando estaba a punto de tomar la perilla, la puerta se abrió.

"Buenos días, pimpollito." Mi papá entró a la habitación y sonreí con alivio.

"Pensé que me habías dejado." Volví a hacer puchero.

"Oh no, ¿cómo crees eso? No te dejaré en ningún momento. A donde yo vaya, tú irás." Volví a sonreír. "Te preparé cereal para el desayuno." Me mostró el plato con cereal y una pequeña cuchara.

"Gracias." Respondí tomando el plato.

"Come rápido, te llevaré al gimnasio conmigo. Te veo un poco flacucha, así que entrenaremos para hacerte fuerte." Asentí con la cabeza mientras tomaba una cucharada de cereal en mi boca. "Oh, y tengo que quitarte esa pintura de la cara... ¿Dormiste así?" Volví a asentir.

"Pica mucho." Hablé con la boca llena. Él hizo una mueca.

"Soy despistado. Tú mamá debe estar insultándome desde el cielo. Perdón." Dijo mirando hacia el techo. "Cuidaré bien a nuestra hija, no te preocupes... Hasta ahora estoy haciendo un pésimo trabajo, pero mejoraré. Lo prometo."

"¿Por qué hablas con el techo?" Pregunté levantando una ceja. Él me observó rápidamente.

"Uhmm... Se supone que estoy hablando con tu mamá... Olvidalo, sigue comiendo." Se aclaró la garganta. Solté una risita antes de seguir comiéndome mi cereal.

Al terminar de comer mi papá me quitó el plato y lo dejó sobre la mesa de noche.

"Ven aquí." Me llamó hacia el baño, sacudiendo su mano y lo seguí.

Él abrió un gabinete, sacó una crema, leyó la envoltura y la abrió, llevándosela a la nariz para olfatear.

"Esto servirá. Ven." Me acerqué al lavamanos cuando mi papá abrió el grifo.

Tomó una mota de algodón y la introdujo en la crema. Después me pidió que cerrara los ojos para aplicármela en la cara. La crema estaba fría y mi papá cubrió toda mi cara con ella.

"La pintura se está quitando. Genial." Dijo moviendo el algodón con delicadeza. Después de un tiempo sentí ardor en toda mi cara.

"¡AY! Arde, eso arde. ¡Me quema!" Mi papá quitó el algodón rápidamente.

"¿Estás bien?" Negué con la cabeza mientras comenzaba a rascarme la cara como loca. Sentía una picazón horrible y ardor. "Demonios." Abrió el grifo nuevamente. "Acercate." Me acerqué y él comenzó a lavar mi cara con abundante agua y jabón. Me relajé un poco con el agua fría, el ardor se fue. "¿Ya no pica?"

En busca de mi PAPÁ (Editando)Where stories live. Discover now