En busca de mi PAPÁ (Editando)

Capitulo 1.

21 de Noviembre, 2019.

En el orfanato mi vida es triste y muy aburrida. Es cierto que tengo muchos amigos aquí, pero también es cierto que me obligan a comer vegetales todos los días y me gritan por cualquier travesura que hago. Además de eso nunca nos dejan salir y a mi me encanta la aventura. Siempre pido que me lean libros de aventura y tengo sueños con vivir dentro de los libros, sería perfecto.

Soñar es bueno. Mi madre siempre me dijo que los sueños son para cumplirse, ella cumplió su sueño y yo voy a cumplir el mío. Nunca supe cuál fue ese hermoso sueño que ella cumplió, nunca me lo dijo. Pero yo no voy a rendirme hasta hacer realidad el mío... El problema es que no solo tengo un sueño, tengo miles de ellos que quiero cumplir. El primero es salir de aquí.

Mi nombre es Georgina Parker, tengo 7 años y vivo en un hogar de huérfanos. Terminé viviendo aquí después de que mamá murió, cuando yo tenia 5 años. Ella no me dejo nada, ni siquiera se despidió de mi antes de irse... Solo me dejo un papel con unos cuantos nombres escritos y mas abajo escribió otra cosa. He guardado ese papel en mi caja secreta como mi tesoro más importante en la vida y nunca he hablado de eso con nadie, es un secreto que mi mamá y yo escondemos. Pero ahora que finalmente aprendí a leer, ya sé que dice en el papel completo. Ella siempre quiso encontrar a mi papá antes de morir, pero no pudo... Yo solo sé que alguno de los nombres escritos en el papel tiene que ser mi papá y yo lo voy a encontrar para que mi mamá pueda descansar en paz y se sienta orgullosa de mi.

"¡GINA!" Me escondí rápido debajo de la cama al escuchar el grito de la madre Celeste. Ella es la más estricta y mandona del orfanato, por lo tanto todos los niños le tenemos miedo y respeto. Por otro lado, no quiero comer vegetales en la mañana, odio los vegetales. "Georgina Marie Parker."

"¡No está aquí!" Dije cambiando de voz, sin mucho éxito.

"Muy astuta, jovencita. Quiero que me des una buena razón que justifique por qué eres la única niña que falta en el comedor."

"Estaba jugando y no escuché cuando llamaron al desayuno." Mentí con la esperanza de saltarme un castigo seguro.

"Te quiero en el comedor en cinco minutos." Salí de mi escondite con rapidez y me crucé de brazos, extremadamente molesta por ser tristemente incomprendida en un mundo de adultos amargados.

"Yo no quiero comer vegetales." Me quejé, como es lo usual durante cada día de mi vida en este lugar.

"Entonces ¿que quieres comer?" Ella preguntó tratando de mantener la compostura y jalando su vestido hacia abajo de modo que no se vea ninguna arruga en la tela vieja. Me pregunto si el vestido es mas viejo que ella, o los dos son igual de viejos.

"Quiero chocolate y mucho helado." La sola imagen del chocolate derretido en una taza de helado me vuelve agua la boca.

"Sigue intentando. Ven a comer rápido." Dijo con su voz exigente y ronca. Mantuvo su ceño fruncido mientras esperaba que me moviera de mi lugar. Siempre está amargada esa mujer.

"Bien." Ella salió de la gran habitación y yo la seguí, por obligación, con la cabeza gacha y lamentándome.

El comedor está en el primer piso, pero puedo escuchar el alboroto desde el tercer piso. Niños gritando y riendo, y por otro lado las hermanas pidiendo silencio y tratando de poner orden al resto.

Al llegar al comedor todos hicieron silencio, incluyendo a las hermanas. La madre Celeste caminaba delante de mí, esa era la razón por la cual todos se habían quedado en silencio.

"Quiero que todos coman en profundo silencio, no quiero que se escuche ni el roce de los tenedores contra los platos, ni el roce de las sillas contra el piso. ¿Quedo claro?" El grito resonó por todo el comedor.