Capítulo 3

4.3K 540 303
                                    


La ojiverde salió de su departamento con una sonrisa, definitivamente Kara se había abierto un camino muy rápido dentro de ella, aunque en ese momento Lena no lo estaba viendo de manera romántica, sino como amistad.

—Lena, cariño.

Justo antes de llegar al auto la voz de su padre la detuvo. En cuanto se giró pudo notar que el mayor llevaba una bolsa la cual parecía ser de comida.

—Papá, ¿qué haces aquí?.

—Fui a tu oficina en LCorp y tu asistente me dijo que ya te habías retirado hacen un rato, así que volví a casa y no te encontré allí, y bueno, la última opción siempre es tu departamento.

—Ah, sí—Desvió la mirada hasta su reloj y se dio cuenta de que se le hacía tarde para ir en busca de Kara, asi que sin más opción se aclaró la garganta y le dedicó una sonrisa nerviosa a su padre—Lo siento papá, pero se me hace tarde.

Lionel le miró con los ojos entrecerrados y poco a poco fue notando como a su hija le tornaban las mejillas de un color rojizo.

—De seguro hoy habrá tormenta eléctrica, ¿la pequeña Lena tiene una cita?.

—No es una cita papá, o sea sí, pero no romántica, sino de amigas.

—Ya, por supuesto—Habló sarcástico mientras asentía con una sonrisa.

—Después iré a cenar con ustedes, lo prometo.

—No te preocupes, tu tarda lo que quieras que Lillian y yo podemos comer solitos.

Sin nada más que agregar se alejó de su hija con un pequeño trote hasta llegar a su auto, bastante sonriente por cierto. Sam no era la única que estaba preocupada por Lena, Lionel y Lillian también formaban parte del grupo "los preocupados por Lena" en WhatsApp. No era normal lo que la ojiverde estaba haciendo, pues todos en la familia sabían que a lo largo del tiempo terminaría afectada.

(...)

—No te vayas de nuevo mami—Pidió Lionel por décima vez, se encontraba abrazado a la pierna de Kara y a punto de llorar.

—Cariño, tengo que hacerlo sí o sí, además recuerda que mañana no saldré e iremos a cenar mientras la tía Alex va a su cita.

—Pero eso será mañana, yo quiero que te quedes ahora.

—Deja que tu madre se vaya Lionel, ¿Acaso no ves que se va a reunir con tu nueva mamá?—Alex movió las cejas de manera juguetona mientras veía como Kara rodaba los ojos.

—No ilusiones así al pobre chiquillo—Regañó Imra—Date cuenta que en menos de un mes Kara terminará su trabajo y van a quedar los dos sin su mommy.

—Otra más—La rubia volvió a rodar los ojos—Mejor me voy porque Lena debe estar a punto de llegar y no quiero que espere.

—Podrías decirle que suba, así vemos de que está hecha mi nueva cuñada.

—Ya basta Alex, o mañana no voy a ningún lado contigo.

—Por eso digo que mejor me voy a buscar una cerveza.

—Bien, Lionel te portas como el niño bueno que eres, si cumples con tu palabra mañana iremos a comer donas después de que la tía Alex se vaya a pasear con su cita.

—¿Lo prometes?—Preguntó con ojos de cachorrito.

—Por supuesto, por la garrita—Entrelazó su meñique con el de su hijo y le dedicó una sonrisa—Ahora debo irme.

—Está bien.

Una vez que Lionel la soltó se puso el abrigo y tomó su bolsa para salir, no sin antes dejar bien advertida a su hermana.

ENSÉÑAME A AMAR • (AU SUPERCORP)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant