ENSÉÑAME A AMAR • (AU SUPERCORP)

Capítulo 16

El sol se comenzó a filtrar por las cortinas de la habitación, indicando que ya era hora de levantarse para ir a sus respectivos lugares de trabajo y estudio. Lena estaba acostumbrada a despertar con la luz natural, pero no de esa forma, pues jamás llegaba a su lado de la cama a menos de que ya fuera tarde. Eso sucedía muy pocas veces en el año.

—Mmm...amor apaga la luz, despertarás a Lio—Pidió Lena, tapándose hasta la cabeza con el cobertor, e impidiendo que la luz le llegara al niño.

La pelinegra no obtuvo respuesta, así que no le quedó más opción que abrir los ojos y observar a su alrededor. Kara dormía plácidamente a su lado, sin quitar su mano de donde la había dejado por última vez. Lionel seguía recostado en su pecho y de vez en cuando saboreaba algo, de seguro por estar soñando con comida.

—Ay no, carajo—Se quejó al notar que los rayos del sol llegaban a su lado de la cama, eso no era buena señal.

Se movió con cuidado hasta su mesita de noche intentando no despertar al pequeño y encendió la pantalla de su celular que se estaba cargando, este indicaba que ya eran las 07:28 a.m.

—Kara...Kara despierta—La movió un poco, logrando que la rubia se quejara—Amor, ya es tarde.

—Acabo de ver la hora, son recién las cinco—Regañó medio dormida.

—Abre lo ojos—Dijo antes de soltar una risita.

Kara se veía muy tierna con aquel puchero y el cabello revuelto, pero lamentablemente ya era muy tarde como para quedarse admirando la belleza de su novia.

—Ya Kara, arriba, son las siete con veintiocho.

Solo bastó decir eso para que Kara se levantara rápidamente, logrando despertar a Lionel de golpe. Fue tan grande el susto que se llevó el pobrecito que se puso a llorar abrazado al cuello de Lena, pensando que el monstruo iba por ella.

—Lo siento mi vida, no fue mi intención asustarte—Kara tomó a su hijo en brazos y lo consoló con pequeñas caricias en la espalda y besos en sus mejillas—Mira, mami está aquí con nosotros, no se irá a ningún lado.

—¿El monstruo no se llevará a mami?—Preguntó mirando a la pelinegra, sin alejarse del pecho de Kara.

—No, porque mami prometió que estaría siempre para ti.

—Así es, y un Luthor cumple su palabra. No importa cuan lindo sea el monstruo, mami siempre te preferirá a ti.

Lena se puso de pie y se acercó a ellos para abrazarlos y depositar un beso en la mejilla de ambos antes de meterse a la ducha, dejando a Lionel mucho más tranquilo.

—¿Por qué mami se metió a bañar otra vez?—Preguntó el pequeño ojiazul.

—Porque tiene que sacarse todo rastro de tu pequeño y sudoroso cuerpo—Comenzó a hacerle cosquillas hasta que el niño le pidió que parase.

Quince minutos después ya estaban listos para salir del departamento. La pobre Kara miraba la hora una y otra vez esperando que esta se detuviera para darle la oportunidad de llegar a timpo, pero sabía que no lo haría.

—Cat me va a matar—Dijo al sentarse en el asiento del copiloto.

—No te preocupes por ella, amor, llegarás a tiempo.

—No lo haré, aún debemos dejar a Lio en el jardín. 

—Pero hoy debo irme directo al jardín para asegurarme de que todo está en orden para la inauguración—Le recordó Lena al salir del estacionamiento—Te iremos a dejar a tu trabajo y luego nos vamos al jardín.