ENSÉÑAME A AMAR • (AU SUPERCORP)

Final

⚠️Advertencia de Smut ⚠️

Samantha acababa de llegar de su viaje de negocios en Turquía y ya quería matar a alguien. En primer lugar a su prima, por no decirle que habían secuestrado a Lionel. Lena ni siquiera se lo había mencionado en todo el mes que pasó dando vueltas en aquel país. Y en segundo lugar a Alex por andar de coqueta con una tal Maggie, quien resultó ser la ex. 

—Estás exagerando, Samantha, yo no estuve de coqueta con nadie, mucho menos con mi ex. Además, estaba más preocupada de que me echaran del trabajo por romper las normas y...

Kara y Lena escuchaban la voz de Alex en la sala pero ellas estaban en su mundo. La pelinegra estaba pegada a la pared con ambas manos sobre su cabeza mientras Kara repartía besos por su cuello.

—Eres tan sexy—Le susurró la rubia al oído.

—Te gusta verme sufrir, ¿no?

—Me encanta. 

Lena soltó un gemido casi inaudible cuando Kara le puso la rodilla en su entrepierna, ese movimiento era su debilidad. Luego de estar un rato jugando la puso mirando hacia la pared y desabrochó su vestido caro, el mismo que llevaba puesto el día que se conocieron.

—Kara, te amo y me encanta hacer el amor contigo, pero tengo una reunión en menos de una hora y es super importante que llegue a...

—Shh... tenemos tiempo suficiente—Le susurró antes de repartir besos en su espalda.

Lena no se pudo resistir, esa chica tenía algo que le impedía negarse a cualquier propuesta que le hiciera. El vestido salió volando por los aires, al igual que el de Kara, y por supuesto, la ropa interior terminó en el suelo.

La ojiazul recostó a su novia en la cama con mucha delicadeza, luego de quedar sobre ella comenzó a acariciar cada parte del cuerpo de Lena, y como siempre, repartió besos en sus lunares favoritos, uno de ellos era el del cuello. El plan de Kara era dibujar un camino de besos, pero su atención se fue directo a los pechos de Lena. Allí se dedicó a lamer, succionar y morder con mucho cuidado de no lastimar la zona, su lengua se envolvía alrededor de los pezones y la ojiverde arqueba la espalda por momentos.

—Ya hazme tuya, por favor—Susurró Lena en medio de su éxtasis, sabía que no tenían mucho tiempo.

—Aún falta, mi amor.

Luego de decir aquello tomó ambas piernas de su novia, las separó, y pidió que las doblara un poco, quedando Lena totalmente expuesta ante ella. La pelinegra ya estaba completamente lubricada, lo que hizo sonreír a Kara.

—Que considerada, cielo.

Pasó sus dedos un par de veces por aquella zona, y cuando vio que Lena estaba a punto de regañarla para que se diera prisa, comenzó a masajear su clítoris. El movimiento comenzó normal, casi lento, mientras su lengua se preparaba para tomar su lugar.  Sólo unos segundos después comenzó a lamer y succionar mientras uno de sus dedos la penetraba.

—Más—Pidió Lena en voz baja.

Kara introdujo un segundo dedo sin detener el movimiento de su lengua y los gemidos de la ojiverde aumentaron. La rubia sintió como su propio centro comenzaba a latir, pero no quería ceder tan rápido así que retiró sus dedos y su lengua.

—Te amo— Le dijo al oído antes de besarla y deslizar sus dedos dentro de ella nuevamente.

—¡Oh... Kara!... Yo te amo a ti.

Eso fue lo último que dijo Lena antes de soltar un último pero gran gemido, había tenido su tan deseado orgasmo. Pero eso no era todo, Kara la dejó descansar por unos minutos y cuando Lena intentó ponerse de pie para ir a darse una ducha, la joven abrió su cajón y dejó ver un strap on.