Capítulo 15

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—No puedo creer que estén aquí.

Los ojos de Lena viajaban desde Kara, que estaba recostada a su lado en la cama, hasta Lionel, quien jugaba entretenido con el celular de la ojiverde. Ya habían desayunado y almorzado juntos, así que estaban recuperando fuerzas luego del viaje.

—Debo admitir que no íbamos a venir, pero Lionel me convenció.

—No sé como sentirme al respecto, pero estoy agradecida con él.

Ambas rieron y se acercaron para darse un beso, ya era normal para ellas, aunque siempre se aseguraban de que Lionel no las estuviera observando, pues sabían que el niño les contaría a todos en cuanto lo descubriera, y por el momento necesitaban mantenerlo en "secreto".

—Mami—La voz del pequeño las hizo separarse de golpe—Te llegó un mensaje, ten.

Se acercó hasta la cama y luego de subir con dificultad se lo entregó, acostándose en medio de ambas para esperar a que Lena leyera aquel mensaje.

—Es Andrea, no te preocupes—Eliminó la notificación y le pasó el celular una vez más—Ten, sigue jugando.

Lionel iba a recibir el celular, no obstante la puerta los interrumpió y el niño corrió hasta la puerta, sabía perfectamente que era Lillian.

—Hola hola—Saludó la mujer, asomando la cabeza por la puerta—Vengo por Lio.

—Adelante, aquí está su mochila con todo lo que necesita—Kara se levantó para ir en busca de la mochila y entregársela a Lillian—Adentro hay un biberón, en caso de cualquier dolor él sabe que debe tomárselo.

—Perfecto, nos vamos entonces, que tengan una linda tarde... y noche—Les guiñó.

—Adiós cielo, pórtate bien—La rubia dejó un beso en la mejilla de su hijo.

—Sí mamá.

—Adiós Lio, recuerda que si quieres algo simplemente debes pedirlo, ¿de acuerdo?—Lena vio asentir al pequeño e imitó la acción que había hecho Kara segundos antes para luego retomar su postura—Ten mamá, cualquier cosa que quiera se la compras.

La ojiverde le entregó una tarjeta de crédito dorada a Lillian, dejando a Kara completamente boquiabierta al verla prácticamente brillando.

—No es necesario, Lio tiene todo lo que necesita—Habló la rubia en cuanto salió de su trance.

—Disculpa Kara, no escucho muy bien, hay un ruido molesto. Nos vemos—Lillian tomó a Lionel de la mano y salió de la habitación, dejando la puerta cerrada.

La mayor salió del hotel completamente feliz, en primer lugar porque su hija había encontrado a alguien que la hacía feliz, y en segundo porque finalmente tenía a su tan deseado nieto. Aunque el niño no llevara la sangre de Lena, esta sabía que Lionel y Lena compartían una conexión única que lo haría permanecer en la familia Luthor por siempre.

—Abuelita Lillian, ¿por qué mis mamis se besan cada vez que yo miro hacia otro lado?—Preguntó el niño una vez que ya estaban caminando por las calles de Roma.

—Porque piensan que nadie sabe lo que se traen, pero es algo obvio, solo basta mirarlas unos segundos.

Ambos sonrieron y siguieron admirando todo a su alrededor, sobre todo los restaurantes, ya que a Lionel le sonaban las tripas cada vez que pasaban por fuera de uno, lo cual no pasó desapercibido para Lillian.

—¿Quieres comer algo, Lio?—Preguntó deteniendo sus pasos fuera de un restaurante.

—¡Sí! Quiero lasaña.

ENSÉÑAME A AMAR • (AU SUPERCORP)Where stories live. Discover now