ENSÉÑAME A AMAR • (AU SUPERCORP)

Capítulo 17

Cada vez falta menos para el final!!!

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Aleera_McGrath

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Lillian daba vueltas de un lado a otro esperando a que su esposo terminara de alistarse para salir. Por décima vez miró su reloj y dio un suspiro, Lionel tardaba incluso más que ella.

—Ya estoy listo, ¿crees que se me ve bien este traje?—Preguntó mirándose en el espejo del pasillo.

—Lionel, vamos a ver a nuestro nieto, no a una maldita fiesta de la empresa—Puso los ojos en blanco y en cuanto vio el rostro de su esposo se arrepintió de ser tan dura con él—Pero te queda divino, ahora sé porqué me case contigo.

Dejó un beso en la comisura de sus labios y luego salió de la casa con su esposo siguiéndole los pasos. Las manos de Lillian temblaban, sabía que Eliza estaría allí cuidando del niño, igual como lo había hecho durante los últimos tres meses mientras se recuperaba de la cirugía.

—Él está ansioso por verte—Habló Lionel, su esposa llevaba mucho rato en silencio—Aún sigue preguntando por qué no has ido a verlo tan seguido.

—Sabes perfectamente la razón—Se detuvo en un semáforo y lo miró.

—Así es, pero ya ha pasado mucho desde lo tuyo con Eliza, creo que deberías empezar a superarlo.

—¿Tú ya lograste superar a Elizabeth, la madre biológica de Lena?—Preguntó acelerando nuevamente.

—Touché.

Ambos rieron y Lionel acarició con delicadeza la mano libre de su esposa, seguido de esto miró su celular y se quejó.

—Cariño, necesito llevarme la camioneta, me necesitan en la pizzeria.

—¿No me acompañaras a ver a Lionel?

—Al parecer es algo importante, prometo que no tardaré, estaré allí en menos de lo que te imaginas.

Lillian comenzó a regañar entre dientes por lo que restaba del camino, y una vez que llegaron al edificio donde vivía Kara se despidieron. A la mujer no le quedó más remedio que subir sola, su esposo se las iba a pagar.

—Lillian, que sorpresa tenerla por aquí—Dijo Kara, haciéndose a un lado para dejarla pasar.

—Lo siento por no visitarlos tan seguido, la verdad es que tuve mucho trabajo y ya sabes que los socios no perdonan.

Kara asintió con una sonrisa y luego de cerrar la puerta se saludaron con un beso en la mejilla. La mayor observó el departamento completo intentando obtener alguna pista de que Eliza ya no estuviera allí, y supo la respuesta de inmediato al ver las maletas cerca de una ventana.

—Por favor, tome asiento, está en su casa.

—Gracias querida—Caminó a paso firme hasta llegar a uno de los sillones individuales—Pensé que estarías en CatCo, Lena nos comentó que hoy volvías a trabajar.

—Se supone que debía ser así, pero Cat me dijo que podía tomarme unos días más hasta que Lionel pueda volver al jardín.

—Entiendo—Dijo mirando disimuladamente hacia el largo pasillo donde estaban las habitaciones—¿Cómo está él?

—Muy bien, ayer lo llevamos a control y la doctora nos dijo que ya estaba completamente recuperado.

—Eso es lo bueno de ser pequeños. A mi se me quebra algo y tardo un año en recuperarme.