Capítulo 18

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—¿Cómo carajos dejaron que cualquier persona se llevara a mi hijo?—Regañó Lena entrando a la oficina de la directora.

—Dijo que era la asistente de su madre—Contestó el mismo hombre de la entrada, muerto de miedo.

—¿Te mostró alguna identificación o algo? Porque sabes perfectamente que una de las reglas que puse en este lugar es que NADIE que no sea el apoderado puede llevarse a un niño sin antes mostrar su identificación.

—Lo sé, pero...

—¡No hay peros! Fue un error del establecimiento—Le dio un golpe a la mesa—Espero que tengan claro que ya no son parte de este lugar.

Sin decir nada más salió de la oficina, sus ojos estaban a punto de derramar lágrimas, se habían llevado lo más preciado para ella. Se recostó en el marco de la puerta para tomar un poco de aire mientras veía como los demás salían de la oficina, y en cuanto se encontró a solas dejó salir un par de lágrimas, quería ser fuerte pero era difícil.

Kara por su parte llevaba varias horas dando vueltas por el establecimiento, esperando ansiosa a que la policía llegara y pudieran encontrar pistas de quién se había llevado a su hijo, sin embargo estos habían tardado más de lo esperado y aún no tenía respuestas.

—Mi amor—Kara corrió hacia Lena en cuanto la vio y se soltó a llorar desconsolada.

—Cariño, ¿han sabido algo?—Preguntó la ojiverde mientras la rodeaba con sus brazos.

Luego de tenerla allí por unos segundos se alejó de ella y pudo ver que sus ojos estaban rojos de tanto llorar, la mirada de Kara no era la misma, estaba destrozada.

—No nos han dicho nada, la policía llegó hace casi una hora y recién van a revisar las cámaras de seguridad para ver si se puede identificar a la mujer que... que se lo llevó.

—Mi vida—Lena la acercó a su cuerpo una vez más y la dejó llorar en su pecho—Te juro que lo vamos a encontrar, es más, en unas horas lo tendremos en casa jugando y riéndo como siempre.

A esas alturas Lena ya estaba totalmente quebrada, quería llorar a mares, pero debía ser fuerte por ella y por su novia.

—¿Lo prometes?

—Por supuesto, lo prometo.

—Lena, sabes que es muy probable que la familia de Mike esté involucrada, ¿verdad?—Preguntó Lex que se encontraba a unos metros de ellas, había llegado tan solo unos segundos antes.

—Por supuesto, pero no tenemos dirección alguna para ir a buscarlos, y mucho menos tenemos pruebas.

Lex se cruzó de brazos y se puso a pensar en un plan para poder localizar a esa familia, él también estaba preocupado por Lionel, después de todo, en el fondo de su corazón, ya era su sobrino.

—Chicas, ya estoy aquí para ayudar—Lillian hizo su aparición.

—Mamá, ¿qué haces aquí?—Lena frunció el ceño—Pensé que papá y tú se quedarían en casa.

—¿Te drogas? No vamos a quedarnos sentados en un sillón como unos estúpidos e inservibles viejos. Lionel es nuestro nieto y haremos hasta lo imposible por encontrarlo. Además ya le dije a la detective que me mantuviera informada de todo.

Algo dentro de Kara se tranquilizó un poco al saber que contaba con la ayuda de la familia de Lena, estaba segura que muy pronto iban a encontrar a su hijo.

—¡Kara!—Un grito llamó la atención de todos, era Alex que llegaba acompañada de Imra y Gayle.

Lena y Kara respiraron un poco más tranquilas al ver a Gayle y a Alex con las casacas del FBI, pero la angustia llegó nuevamente cuando notaron los rostros de enfado e impotencia que traían.

ENSÉÑAME A AMAR • (AU SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora