dia largo

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Matt movió sus caderas de adelante hacia atrás, lo hizo con lentitud y sintiendo el pene de Castle en lo más profundo de sí.

El grosor de Frank le hacía enloquecer, le hacia gemir alto y aferrarse a la lujuria. Sintió sus manos subir a su pecho y tocar sus pectorales, sus cicatrices y delinear sus músculos.

Frank creía estar en el cielo. O más bien en el infierno.

Ver a su esposo encima suyo, moviéndose para conseguir su propio placer, gimiendo su nombre y como quería que lo cogiera, pidiéndole más y ser azotado era algo precioso.

Ver sus expresiones de placer, su cabello despeinado, su abdomen contraerse y sus músculos tensarse era algo de lo que nunca se cansaría.

Escucho un gruñido y su pene soltó su esencia. --Frank... Frank...

  --No tan rápido, cariño...-Frank se incorporó y lo tiro boca abajo, levantando sus caderas y entrando nuevamente en él. --Yo aún no me he venido.

  --¡Mmh! ¡Frank, duro! ¡Házmelo más duro!.-Grito jalando las sábanas. El pene de Frank creció de extasis al escuchar sus plegarias. Castle lo callo enterrando su rostro en el colchón.

Penetro con fuerza, marcando sus dedos en la piel blanca de sus nalgas, encajando sus uñas y causando heridas de rasguños. Su pene ardía de placer ante la rudeza con la que lo embestia, era casi bestial pero ambos lo amaban.

Matt separó más sus rodillas, apoyándose sobre sus codos y encorvando más su espalda, Frank se maravillo ante la hermosa vista del perfecto corazón que se formo en las caderas del pelirrojo.

Lo jalo del cabello, el dolor le hizo gemir a lo que Frank le dio un azote. Lo miró estremecerse y dio otro y otro más.

La piel caliente de ambos quemaba, el ambiente les sofocada, la cama rechino y la cabecera choco con la pared. Matt se empezó a masturbar, sentía el.pene de Frank golpeando su próstata, haciéndola trizas y enviando más y más descargas eléctricas que le hacían sollozar.

Frank gruñó grave dejando salir toda su esencia dentro de su esposo, sintió que su corazón se detuvo por un segundo y se acercó a morder el cuello ajeno.

Matt al sentir aquello, se corrió en su mano. Ya llevaban varios orgasmos aquella noche y estaba agotado.

Se desplomó de lado igual que Frank, este aun tuvo fuerzas para colocarse encima y abrazarlo para besarlo.

  --Me encantas, Matthew. Te amo.-Jadeo en su mejilla. Matt se acurrucó.

  --Creo que te ayudo mi masaje. ¿Te sientes más relajado después de un día largo?

  --Si, gracias, cariño.-Sonrió y ambos volvieron a besarse.

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Fratt Drabbles.Where stories live. Discover now