Billy Russo y Ben Poindexter.
Ambos hombres con problemas mentales y demasiado tóxicos como para entablar una relación.
Frank y Matt habían logrado escapar de ellos. Ambos se habían conocido de casualidad en un caso y la conexión fue inmediata, eran muy diferentes pero algo más los unía.
Por su relación anterior, Ben era muy obsesivo e incluso algo psicópata; Matt terminó temiendo por su vida.
Billy era manipulador y un mentiroso, Frank estaba cansado de ello.
*
Ben jadeo contra la ventana, el vidrio se empaño, sus manos se sujetaron del marco de la ventana y miró atento la escena frente a él.
Billy lo embistió con brutalidad. Levantó la mirada a la pareja dentro de casa e imito los movimientos de cadera que Frank hizo con Matt.
Frank le tomo del cabello para jalarlo y levantar su cabeza, su pareja sonrió soltando un gemido y encorvando más su espalda.
Billy tomo el cabello rubio entre sus dedos y lo jalo con fuerza, Ben gimió y encorvo su espalda.
Ambos no podían pensar en el placer, solo imaginar a sus respectivas ex parejas en sus últimos momentos de intimidad. Querían pensar en que estaban con ellos.
Ambos escondidos detrás de una ventana, entre los arbustos mirándolos tener relaciones.
Algo tan enfermo y asqueroso.
Hubo un momento donde Billy desconecto su mirada de la pareja y miró hacia abajo, se miró en tercera persona penetrando el trasero de Ben, su cómplice durante semanas. Sintió odio y asco por estar con él y no con Frank. Como extrañaba a ese imbecil. Así que tomando ambas caderas, lo sometió con fuerza.
--¡Ah! ¡Sueltame, hijo de perra!.-Ben se sintió entrar en la realidad y sus sentidos volvieron, su mente se conecto con su cuerpo y lo primero que sintió fue un dolor terrible en su trasero.
Billy lo tiro al suelo aplastando su cabeza en el lodo y embistiendolo con furia. Ben tocó una roca y la lanzó contra su cabeza, eso pareció ser suficiente para que se detuviera un segundo y poder dar vuelta a sus cuerpos. Ben quedó encima suyo y le dio un puñetazo.
--Maldito idiota.
Murmuro y se levantó a ver por la ventana, ambos ya no estaban. Seguro habían oído algún ruido afuera y saldrían averiguar. Se puso su ropa rápido y jalando del pie a Billy, lo escondió tras un árbol y varios arbustos, ahí no se vería. Corrió fuera del patio de la casa, cruzando la cerca.
Durante el camino, no pudo evitar recordar la sensación del pene de Billy dentro de él, por un milisegundo le dio un placer similar al que sentía con Matt. Dio un grito y un gruñido frustrado por el asco de aceptar que le había gustado.
Maldito sea Billy Russo.
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