fiesta

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Druig detestaba las fiestas de cumpleaños que no fuesen suyas.

Él era el único quien podía morderle a ese delicioso pastel y abrir los cientos de regalos. Matt le reprimia cuando esto ocurría. Cuando en el cumpleaños de Amy, su hermana menor, abrió más regalos que ella.

Esa tarde era el cumpleaños número seis de el hermano pequeño del vecino del 8C del piso 3 en aquel mismo edificio. Casualmente también era compañero de Druig en el salón de clase.

Ikaris, se llamaba.

Frank tocó el timbre del departamento y rápidamente fue abierta por el cumpleaños. El pequeño Ikaris llevaba un gorrito de fiesta, reluciendo su mechón rubio el cual era marca de nacimiento. Druig nunca lo admitiría pero le gustaba esa parte de él.

Ikaris lo miró con sus ojos azules brillando de emoción, se lanzó a abrazarlo. Druig casi suelta el regalo de sus manos.

  --¡Druig! ¡Viniste!.-Chilló en su oído.

Druig se aparto sintiéndose incómodo por la cercanía. Detestaba los abrazos.

  --Matt, Frank, gracias por venir.-James, o como solían llamar, Bucky, mostró una sonrisa amable.

  --Nos alegran las fiestas de cumpleaños.-Dice Matt también con una sonrisa amable. --¿Verdad, Frank?

Frank sonrió asintiendo, sostenia a Amy en sus brazos, ella venía con entusiasmo a los demás niños, a los llamativos globos y decorativos. Estaba ansiosa por jugar.

  --Pasen, por favor.

Los cuatro entraron al departamento.

  --¿Druig? ¿Tienes algo para Ikaris?

Druig sujeto con envidia la caja de regalo. Miró a Ikaris, quien estaba curioso por lo que le habían obsequiado.

  --Druig.-Frank lo volvió a llamar y el pequeño suspiro. Entregó la caja.

Ikaris dio un salto de alegría. Tomó la mano de Druig. --¡Vamos a jugar!

Frank miró a su pequeño de cinco años tratar de zafarse del agarre. Amy pataleo en sus brazos queriendo bajar.

Matt estaba preocupado por su bebé, apenas se había acostumbrado a caminar y temía que se lastimara.

Amy, como pudo, camino junto a un par de niñas quienes jugaban con muñecas.

  --¡Ikaris, no lo jales! ¡Lo puedes lastimar!.-Dijo Bucky a su hermano menor.

Ikaris asintió. Llevo a Druig hacia la cocina, el nombrado miró asombrado la cantidad de comida y se olvidó del regalo que no quería entregar.

  --¿Quieres pizza o espagueti?

  --Ambos.

  --¡Yo también!

Ikaris se sorprendía un poco de lo mucho que Druig comía. En cambio a Druig no le sorprendía de Ikaris, ya que tenía un pequeña pancita que se notaba por su camiseta ajustada.

*

Druig se divirtió más de lo que habia pensado. Jugo con Ikaris, comió pastel y pizza.

  --Druig, ya nos vamos, cariño.-Dice Matt sosteniendo a una Amy dormida.

  --No.-Se quejo.

  --Si, ya no hay nadie.-Dice riendo. Eran los últimos en aquel departamento y hasta ayudaron a limpiar. Ambos niños aún no tenían sueño pero eran cerca de las nueve de la noche. --Es tarde.

  --No estoy cansado, pa.

  --Debes dormir. Vamos.

Ikaris miró a su hermano. --¿Druig se puede quedar?

  --No lo se. Sus padres decidirán.-Bucky miró a ambos padres, mientras se aguantaba las ganas de reír.

  --Otro día te puedes quedar, Druig.-Dice Frank.

Druig bajo la mirada desilusionado. --Adios, Ikaris.

  --Adios, Druig.-Dijo Ikaris también triste.

  --Gracias por todo, James.-Dice Matt. Todos se despidieron y salieron del departamento.

Frank tomó a Druig en sus brazos y lo subió a su espalda. No le gustaba ver a su hijo triste. --Después te puedes quedar a dormir, te lo prometo.

Druig solo asintió en silencio. Quería seguir jugando con los autos de Ikaris.

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Fratt Drabbles.Where stories live. Discover now