Ikaris estaba muy nervioso. Apreto en sus manos la caja de chocolates y sentía que en cualquier momento se iban a derretir por tanta presión. Eran los favoritos de Druig, o al menos eso le dijo Makkari.
Se sentía acobardado, con las piernas temblando y sudando frío; nunca se había sentido así, ni siquiera cuando salió por primera vez con Sersi. Tal vez sea porque el padre de Druig le aterraba.
El señor Castle era alto y fuerte, de carácter fuerte e imponente, sus pisadas pesaban y le hacían temblar. Definitivamente no era alguien a quien le gustaría enfrentar pero por Druig estaba dispuesto.
Limpio el sudor de su frente y tocó el timbre del departamento.
Se escuchó un: "¡Yo abro!" De parte de Druig y sonrió emocionado.
La puerta de abrió y el adolescente se encontró con el contrario. Ambos sonrieron tímidos y se saludaron.
--Hola, Icaro.-Murmuro.
--Hola...-Su voz callo al ver la figura de su padre aparecer tras suyo.
Druig se giró y lo empujó por su pecho. --¡Papá, te dije dije esperaras cinco minutos!
--Todo puede pasar en cinco minutos.-Dijo con su voz gruesa mirando fijamente a Ikaris.
--¡No, vete!.-Lo volvió a empujar y Frank se aparto. Suspiro. --No le hagas caso a mi papá. Me alegro que hayas venido.
Ikaris suspiro viendolo como tonto enamorado. Le tendió los chocolates y Druig los tomo, alegre. Casi dando un brinco de emoción. Dando una mirada adentro del departamento, le dio un corto y rápido beso que ni siquiera Ikaris pudo reaccionar. Fue segundos después que se dio cuenta.
--Tu papá está adentro.
--No importa. No le tengas miedo.-Soltó una carcajada y le tomo la mano para entrar juntos y caminar a la sala.
--Hola, Ikaris.-Se escuchó la voz del otro padre de Druig, el señor Murdock. --Creí que Druig te tendría toda la tarde en la puerta.-Sonrió.
Druig bajo la mirada, avergonzado e Ikaris sonrió tímido. --Es un gusto conocerlo al fin, señor Murdock.
--Llámame Matt y él es mi esposo Frank. Creo que ya se conocieron.-Volvió a reír al recordar la pequeña conversación de su hijo y su esposo en la puerta. --¿Quieres comer algo?
--No, muchas gracias.
Druig se llevó a Ikaris al sofá, Frank y Matt se sentaron frente a él.
--Vine para pedirles una cita con Druig. Se por él que ambos son conservadores y quieren que haga las cosas como se deben.
--Si, así deben ser. Quiero, queremos a alguien honesto para Druig. Asi que, si te atreves a lastimarlo...
Matt apretó el brazo de Frank antes de que terminará la frase. Druig cubrió su rostro, avergonzado e Ikaris bajo la mirada, rascando su nuca intentando no sentirse incomodo.
--Señores, yo les aseguro que lo que siento por Druig es verdadero. Yo no pienso mentirle.-Tomo la mano de Druig y este lo miró de forma tierna.
--De acuerdo, Ikaris. Te damos la aprobación para que ustedes puedan salir juntos.-Matt dijo sonriendo. --Ven cuando quieras.
Frank seguía desconfiando de ese chico, aún se mantendria alerta. Le gustaba ver a Druig feliz pero esperaba que esa felicidad no durará poco.
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