ㅤ❪ 𝗦𝗨𝗡𝗙𝗟𝗢𝗪𝗘𝗥.
ㅤ𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒍𝒐𝒗𝒆, etrnaldream.❜❜
El girasol simboliza el amor y la admiración, y eso es todo lo que Harry sentía por Lola Windsor; aún sabiendo que sólo era una alumna... 𝑠𝑢 𝑎𝑙𝑢𝑚𝑛𝑎.
La chica jadeó ante lo último que...
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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄 ─────────────── Girasoles y más girasoles.
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OMNISCIENTE.
El comienzo al fin de semana por fin había llegado. Hoy era viernes por la tarde, la hora justa en la que todas las clases terminaban.
La mayoría de estudiantes fueron a sus habitaciones para cambiarse a ropa más cómoda.
Pero otros sólo se quedaron así y fueron al exterior a tomar aire.
El grupo de Lola se fue por la primera opción; ella junto a Némesis fueron al cuarto que ambas compartían en busca de un atuendo.
Querían uno que fuera adecuado para ir al bosque.
—¿Los chicos irán con nosotras? —preguntó Lola, revisando la zona de pantalones.
—No. —respondió Némesis, tirando su ropa escogida a la cama— Les he dicho que queríamos pasar una tarde de chicas.
—Apuesto que al principio se negaron.
La pelinegra rodó los ojos. —Albus insistió en querer venir, pero le dije que le diría al señor Potter sobre su mentira y se quedó callado.
Lola hizo una mueca, quitándose la túnica y lanzándola al cesto de ropa sucia que los elfos debían recoger.
—Albus siempre termina metiéndome en aprietos.
—Es Albus. —respondió con simpleza, causando risa en ambas.
Tardaron cerca de veinte minutos en estar listas por completo; en lo que más tardaban era usar el baño, en especial Némesis.
Lola se quedó esperándola en el pasillo de habitaciones, ajustando la liga en su muslo.
No solía usarla cuando usaba ropa normal, pero para esta ocasión consideraba que era más cómoda.
Metió la varita en el orificio hecho para el objeto, y suspiró cuando su mejor amiga salió.
—¿Llevas tu varita? —preguntó mientras avanzaban.
—En mi bolsillo, no te preocupes.
Bajaron las escaleras a pasos tranquilos, sin decir ninguna palabra ante la concentración que ponían en cada escalón; muchas veces se tropezaron por ir charlando.
Por suerte nunca llegaron rodando al final.
Al estar abajo, habían unos cuantos estudiantes dispersos por la sala común. Algunos sentados en los sillones, otros en unas pequeñas mesas que se suponían que eran para estudiar.
Otros directamente en el suelo disfrutando del fuego; por suerte tenían algo que daba calidad al ambiente.
—¿Y los chicos? —preguntó Lola, frunciendo el ceño.
