Chapter twelve.

8.7K 771 1.4K
                                    

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄───────────────Dejándose llevar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄
───────────────
Dejándose llevar.

.

LOLA WINDSOR.

Definitivamente iba a entrar en un colapso.

Ni siquiera podía tragar tranquila el desayuno de hoy, martes. Porque lo único que corría por mi cabeza era todo lo que sucedió ayer en la oficina del señor Potter.

Al principio creí que estaba loca; seguramente yo estaba malinterpretando las cosas y acciones que él realizó desde el momento que entré en su oficina, pero llegaron a un punto donde pensé:

¿Un profesor haría todo ésto con una alumna durante un castigo?

Era obvio que no, y por esa misma razón me provocaba dolor de cabeza.

¿Lola?

Parpadeé al escuchar una voz masculina a mi lado, y giré mi cabeza para saber de quién se trataba.

Scorpius y Némesis venían juntos; el rubio se sentó a mi lado con las piernas a un lado contrario que yo, y la pelinegra se quedó de pie, observando de reojo lo que había en la mesa.

—Scorpius. —murmuré— ¿Qué pasa?

—¿Te encuentras bien?

Asentí. —Sí, ¿por qué?

—Bajaste más temprano de lo normal y no nos esperaste. —intervino Némesis, cruzándose de brazos.

Rasqué mi mejilla tras una mueca, y volví a retomar mi postura con la vista puesta al frente, dando directo con un pequeño grupo de Hufflepuff que parecían disfrutar su desayuno.

Algo que yo deseaba hacer ahora mismo, pero se notaba que los chicos estaban dispuestos a atacarme con preguntas.

—Me desperté temprano, unos veinte minutos antes de que sonara la alama, así que decidí levantarme e ir a la biblioteca un rato. —respondí.

Ellos se quedaron en silencio unos segundos, y por lo que se me permitía ver de reojo, noté que se miraban entre ellos.

Estaba intentando que mis respuestas fueran lo más convincentes posibles; claro, era cierto que me había ido antes, pero no confesaría que era lo que me ha mantenido activa desde la madrugada.

Incluso desde que volví a mi habitación después del castigo, el cuál terminé más rápido de lo que esperaba.

—¿Dónde está Albus? —decidí preguntar.

—Dijo que iría a hablar con el señor Potter, pero ya venía, no quería perderse el desayuno.

Asentí cortamente, aclarando mi garganta y tomando la tostada de mi plato para darle una pequeña mordida; tenía mi estómago revuelto, y si estaba ingiriendo un alimento era para no recibir regaños de Némesis.

SUNFLOWER | Harry PotterWhere stories live. Discover now