ㅤ❪ 𝗦𝗨𝗡𝗙𝗟𝗢𝗪𝗘𝗥.
ㅤ𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒍𝒐𝒗𝒆, etrnaldream.❜❜
El girasol simboliza el amor y la admiración, y eso es todo lo que Harry sentía por Lola Windsor; aún sabiendo que sólo era una alumna... 𝑠𝑢 𝑎𝑙𝑢𝑚𝑛𝑎.
La chica jadeó ante lo último que...
Escuchaba a lo lejos el ruido del despertador, anunciando que eran las seis en punto de la mañana y que ya debía ir preparándome para levantarme.
Pero mi cuerpo no quería.
No cuando a mi lado sentía a Lola dormir plácidamente, acurrucada contra mí y dándome la espalda.
Eso me hizo sonreír, recordando que luego de habernos "reconciliado" le pedí que pasara la noche conmigo.
Había sido sumamente riesgoso por no saber quienes se podían aparecer a la madrugada, pero la necesidad de tener a Lola conmigo era mucho más grande que un simple miedo.
Además necesitaba hacerle entender que todo estaba bien.
Nada entre nosotros había terminado, al contrario, apenas comenzaba.
—Buenos días. —le susurré con delicadeza, apoyando una mano en su cintura.
No recibí ninguna respuesta de su parte, y cuando comencé a moverla con cuidado para intentar despertarla, la sentí quejarse. Su mano fue hacia atrás para golpearme pero la esquivé con suerte, arrancándome una risa.
—Es la última vez que acepto dormir contigo. —gruñó, quedándose en esa misma posición.
—Creo que ni tú estás convencida de eso.
Me apoyé en mi codo izquierdo para tomar un poco más de altura, aproximando mis labios a su hombro desnudo para comenzar a besar aquella zona, manteniendo los ojos sobre ella en la espera de alguna reacción.
Sólo recibí un suspiro, removiéndose en su lugar sin poder esconder la sonrisa de sus labios.
—Mmh... podría pensarlo. —ronroneó.
Dejé un último beso antes de volver a mi posición anterior, sintiendo que se giraba en mi dirección para acurrucarse sobre mi pecho, situando la mano para así brindar caricias y yo a ella en toda su columna.
El silencio junto a ella era una de las mejores cosas que me podría pasar, porque ni siquiera me hacían pensar en los problemas que se acumulaban en mi vida.
Me hacía pensar solamente en ella.
Ella y yo.
—¿Ya te sientes mejor, cariño?
La sentí asentir perezosamente.
—Sí... de verdad perdón por haberme puesto así anoche. —hizo una pausa— Pero estaba abrumada, preocupada... creí que- no me gusta como suena porque esto no se trata de escoger, pero creí que ibas a preferirla a ella.
