ㅤ❪ 𝗦𝗨𝗡𝗙𝗟𝗢𝗪𝗘𝗥.
ㅤ𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒍𝒐𝒗𝒆, etrnaldream.❜❜
El girasol simboliza el amor y la admiración, y eso es todo lo que Harry sentía por Lola Windsor; aún sabiendo que sólo era una alumna... 𝑠𝑢 𝑎𝑙𝑢𝑚𝑛𝑎.
La chica jadeó ante lo último que...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐈𝐍𝐂𝐄 ─────────────── En mitad de la noche
.
LOLA WINDSOR.
Sábado y por fin Albus pudo salir de la enfermería, teniendo una lista de recomendaciones con las cuales los chicos y yo tendríamos que ayudarlo.
Aunque no era un problema en absoluto; desde el accidente lo hemos estado cuidando bastante para que tenga una recuperación rápida. Además del señor Potter como un guardián detrás de él.
—¿Quieres ir a tu habitación? —murmuré, avanzando junto a él— ¿Al comedor? ¿Al patio?
Él soltó una risa. —Lola, tranquila. Puedo caminar.
—Pero no quiero que alguien te golpee el brazo.
—No pasará.
Némesis a su otro lado rodó los ojos. —Tenemos que ir con cuidado quieras o no, fueron ordenes de tu papá.
Los dos volteamos a verla con el ceño fruncido.
—¿Mi papá les dio una orden?
—Estoy bromeando, Potter. —chistó, cubriendo su brazo cuando un grupo pasó por nuestro lado— Sólo nos pidió que te cuidáramos cada vez que él no pudiera.
Eso le hizo sonreír, y ese simple gesto lo contagió hacia mi; era tan reconfortante verlo feliz pese a lo ocurrido días atrás.
Y claramente iba a encargarme de que siguiera así para hacerlo olvidar el accidente, algo que él mismo nos confesaba que lo hacía tener pesadillas.
Era normal; ser derribado a metros de altura debe ser aterrador y traumático.
—Podríamos ir al Lago Negro, hace mucho que nos vamos para allá. —propuso, girándose para ir retrocediendo mientras nos veía— ¿Y Scorpius?
—Dijo que nos alcanzaría luego, creo que su padre le mandó una carta y debía responderla. -comentó Némesis.
—Oh, bueno.
Los tres avanzamos por el pasillo hasta encontrar la salida, teniendo que cubrirnos el cuello con la ropa que traíamos al momento de recibir un golpe de brisa fresca.
Aún así eso no nos arruinó el plan armado segundos atrás, y continuamos caminando por uno de los tantos senderos en dirección al lago.
—Hoy habrá tormenta. —hablé, cerrando mi abrigo.
—Genial, ¿no? —Albus se encogió de hombros, sentándose en un tronco caído.
—Un poco, eso no nos va a dejar salir y tendremos que entrar antes.
