Chapter thirteen.

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄───────────────Miedo a lo prohibido

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄
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Miedo a lo prohibido.

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OMNISCIENTE.

Harry y Lola no habían tenido ningún otro acercamiento, no desde lo que ocurrió la última vez en su oficina.

Un posible error, según Lola.

Se lamentaba haberse dejado llevar de esa forma, siendo que minutos antes había preguntado por su esposa.

Ese era el tema más importante para ella; estaba casado y jamás se entrometería en una relación.

Además de que era profesor y el padre de su mejor amigo. Un hombre muy mayor.

Pero le había dado tanta curiosidad no ver ningún anillo en sus dedos, ¿es que acaso podía estarla negando?

En cambio Harry, luego de todas esas caricias que le dio a la chica, esos susurros cerca de su oreja para provocarle nerviosismo... no podía dejar de pensarla.

Para él no había ningún error, no lo veía cuando se trataba de Lola.

Aún así captó que la chica pretendía estar lejos. Pasaron dos semanas completas para comenzar a despedir septiembre, y esas miradas en clases ya no estaban, tampoco las defensas de su parte, ni las sonrisas.

Ahora sí eran como un simple profesor y alumna, pero eso le disgustaba tanto.

Harry se había acostumbrado a tenerla cerca, a encontrarla por la biblioteca y preguntarle qué hacía.

O a esos dos días que la tuvo en su oficina, como si nadie más existiera aparte de ellos. Se sentían tan bien juntos, pero uno de ellos sabía que ese bien traería consecuencias.

Pero también sabían, ambos, que esa lejanía no iba a durar mucho tiempo.

No cuando se topaban por todos los lugares del castillo, frenando de golpe por la sorpresa y esquivando sus cuerpos para continuar con el camino.

Era sofocante.

—¿Entonces sí nos acompañarán?

Lola sacudió la cabeza al escuchar la voz de Albus, y lo miró.

—¿Qué?

El chico rodó los ojos. —Lola, hoy son las pruebas para entrar al equipo de Quidditch, dijeron que vendrían con nosotros.

—Ah sí, sí. —asintió, apoyándose en uno de los codos sobre la cama del castaño— ¿A qué hora es?

—Dentro de media hora, nos dijeron que debíamos comer algo primero porque será extenso.

La rubia alzó una ceja, viendo cómo el chico cambiaba de ángulos para verse al espejo.

—Entonces deberías dejar de mirarte y bajar a comer. ¿Dónde están Scorpius y Némesis?

SUNFLOWER | Harry PotterWhere stories live. Discover now