Parte 3

741 63 1
                                    


¿Cómo sabe que soy yo?

— ¿Hola? — pregunta nuevamente.

— Hola — digo susurrando — soy yo.

— Es un gusto por fin escuchar la voz de mis fantasías, deseaba mucho recibir tu llamada, mi asistente me dijo que no habías aceptado el trato, tu llamada me da nuevas esperanzas.

— Tengo un trato para ti — digo mirando a Isidora.

— Soy todo oídos para ti preciosa — dice riendo, idiota.

— Tendré una sola cita contigo siempre y cuando aceptes realizar una entrevista para la revista que trabajo. — Isidora levanta sus pulgares sonriendo, mientras yo pongo los ojos en blanco.

— Está bien te concederé la entrevista, pero solo a ti. No quiero a nadie más junto a nosotros y no puede ser el mismo día de nuestra cita.

— ¿Qué? No, eso no es justo.

— La vida no es justa caramelito, eso debes saberlo. Si o no, ese es el trato.

Miro a mi querida jefa y ella mueve sus manos como loca.

— Está bien, dime cuando puede ser. Tu eres el hombre ocupado.

— Para ti jamás estaré muy ocupado, mañana en la noche. Te enviare la dirección por mensaje.

— ¿Así que no eres el típico chico que recoge a sus conquistas en la puerta de su casa? – pregunto riendo

— Soy un hombre de detalles cariño, pero no estoy en la ciudad por lo que no llegare a tiempo, nos juntaremos en un restaurante y luego iremos a mi casa.

— No, no, no, no iré a tu casa eso jamás. Primero la entrevista luego la cita.

— No, no, no — dice burlándose — primero la cita luego la entrevista cariño. Luego de mañana veremos lo segundo. Ahora debo irme estaba en medio de una conferencia, como dije jamás estoy muy ocupado para ti, llámame pronto.

Cuelga el teléfono antes de decirle algo más, es irritante.

— ¿Qué te dijo? Dime que acepto — dice mi jefa sentándose a mi lado

— Acepto, mañana en la noche tendremos la maldita cita, luego de eso me dirá cuándo será la estúpida entrevista.

— De esto depende tu trabajo Amy, no solo el tuyo el mío también.

— Gracias por el apoyo querida amiga.

— No soy tu amiga, soy tu jefa. Así que ahora ponte a trabajar esas malditas preguntas. — dice saliendo de mi oficina

— Te odioooo — le grito

Trabajo toda la tarde en las preguntas que le haré, no dijo nada sobre que no podría preguntarle por lo que agrego algunas sobre su vida personal.

Cuando llego a mi casa esa noche voy directo a mi habitación, abro el cajón de mi mesita de noche y saco mi vibrador, le pongo las baterías nuevas y prendo la televisión viendo la hermosa cara de Michael Cavill en ella. Llego al séptimo cielo mientras escucho su profunda voz decir joder. Lo sé soy patética, soy asquerosa, repugnante y más... Pero no puedo evitarlo.

Al día siguiente llego al restaurante diez minutos antes, es un lugar bastante particular, no es nada como lo imagine. De hecho, es un lugar bastante común, hay algunas mesas por aquí y por allá. No hay mucha gente y eso me agrada.

— Buenas noches, señorita — dice el portero — en que podemos ayudarla.

— Tengo una cita esta noche — digo tratando de buscar a mi pareja de esta noche.

Enamorando al ENEMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora