Parte 10

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Amy

Cuando llego al estudio quedo embobada por todo, es increíble todo el trabajo que se necesita para grabar una película. Sara me recibe y la abrazo, le tengo mucho aprecio. Hablamos un rato esperando la llegada de Michael. Cuando llega corre hasta a mí y me besa, llevamos muchos días sin vernos, los estúpidos paparazzi no me dejan de acosar desde que la revista publico la entrevista de Michael.

Luego de unos minutos Sara se va y Michael salta a mi como si fuera un depredador a punto de comerse a su presa favorita.

— Te extrañe, ¿por qué no te vienes a mi casa? Nadie sabe dónde vivo ahí, nadie podría molestarnos.

— Ellos lo sabrían, están siguiéndome día y noche. – digo mientras lo ayudo a quitarse la ropa

— ¿Cómo estás? – pregunta besando mi cuello

— Estaré mejor cuando te tenga entre mis piernas – digo jadeando

— ¿no quieres hablar? – pregunta riendo

— Podemos hablar luego, ahora quiero que me folles contra la pared.

Introduce las manos entre mis piernas quitándome las bragas, jadeo cuando sus dedos tocan mis pliegues.

— Vaya que sensible estas...

— Ni se te ocurra ponerte a jugar conmigo – le suplico

— Nada de juegos, los dejaremos para más tarde.

Lo que más me encantaba de Michael era precisamente que siempre se tomaba su tiempo con mi cuerpo, pero hoy lo único que quería era sentirlo dentro de mí.

— Michael – imploro

Él quería que rogara, siempre era igual.

Quería hacerme feliz.

Quería saborear cada momento que teníamos juntos.

Se deslizo los pantalones por las piernas mientras caminaba conmigo entre sus brazos y me empujaba a la pared haciéndome gemir de placer. Comencé a moverme desesperada por sentir mi liberación.

— Que impaciente... ¿Qué voy a hacer contigo?

— Puedes hacer lo que quieras – respondí llena de deseo – puedes hacer lo que quieras conmigo.

— Eres la mujer perfecta – dice mientras se introduce dentro de mí

Se retira y vuelve a penetrarme con fuerza y rapidez, suelto otro gemido desesperado.

— Más – gimo cuando se queda quieto

Vuelve a penetrarme y sin detenerse esta vez, se retira y vuelve entrar en mí una y otra vez. No podía distinguir de quien eran los gemidos, los dos lo hacíamos ruidosamente. Tomo mis labios entre los suyos ahogando nuestros sonidos. Olvide por completo donde estábamos justo ahora. Arqueo la espalda deseando explotar.

— Estoy... por favor, Michael, deja que me corra – ruego

Los movimientos se hicieron las fuertes y rápidos

— córrete nena – dice mientras exploto en mis pedazos apoyando mi cabeza en la pared.

Me rodea la cintura con sus brazos evitando que caiga al suelo, mientras su orgasmo se mezclaba con el mío mientras gritábamos nuestros nombres juntos.

Justo en ese momento un sonido en la puerta nos hace volver en a la realidad.

— Un segundo – dice Michael dejándome en el suelo y ayudándome a prepárame.

Enamorando al ENEMIGOWhere stories live. Discover now