Parte 32

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Amy

Una enfermera me tomaba de los brazos mientras trataban de tranquilizarme, cuando Michael salió de la habitación comencé a sentir que el aire me faltaba, veía todo borroso y comencé a desesperarme, quitándome las máquinas y las vías que tenia puesta.

— Amy, trata de tranquilizarte es un ataque de pánico. Respira profundo – decía el medico a mi lado.

De verdad trataba de hacerlo, pero no podía, cada vez me costaba más respirar.

— Tendremos que administrarle un tranquilizante – decía mientras anotaba algunas cosas en una carpeta.

En ese momento la puerta se abrió de un golpe y entre lagrimas veo a Michael correr hasta mí.

— Nena ¿Qué paso? – dice tomando mi rostro

— Tuvo una crisis, le inyectamos un tranquilizante. Al parecer hoy ha recibido mucha información. Eso debió agobiarla.

Michael asiente mientras me ayudan acostarme nuevamente, vuelven a conectar las vías y las maquinas. Rápidamente me quedo dormida tomando la mano de Michael.

Me veo en un bar con mis amigas, sonriendo y bailando. Me veo yendo al baño y ser atacada por Eleanor. La veo sobre mi golpeándome una y otra vez sin parar, escucho gritos y todo se vuelve negro.

Me veo en un avión, me veo en un set de grabación, luego en una habitación de hotel, veo a Michael en la cama con su exnovia Alaska Hall. Me veo llorando y tirando el anillo de compromiso. Me veo en el hospital, Michael me ruega que lo perdone.

Nuevamente cambia el escenario, estoy en la oficina, con Isidora, ella esta en la puerta del Baño mientras esperamos el resultado de la prueba de embarazo. Me dice que es positiva y estoy feliz. Jamás pensé que sería madre y lo estaba logrando.

Veo como los últimos años pasan frente a mis ojos, se siente tan real que me duele el pecho de la angustia.

— Amy – escucho que dice alguien a lo lejos – Amy despierta, cariño.

Trato de abrir los ojos y no puedo, parece ser una eternidad hasta que por fin logro abrirlos.

— ¿nena estas bien? – pregunta Michael tocándome la cara con manos

— Sí – digo despacio – me duele un poco la garganta.

Michael se acerca a la mesa y toma una jarra con agua, me ofrece el vaso y bebo un poco.

— Gracias, ¿Qué hora es?

— Son las seis de la mañana, dormiste bastante. – dice preocupado

— ¿no fuiste a casa? ¿Dónde esta Michelle?

— Esta con tu madre y Sara.

— ¿Ya encontraron a Eleanor?

Michael me mira extrañado y niega con la cabeza

— ¿fueron a buscarla a casa de sus padres? Quizás se está escondiendo ahí – digo sentándome – hay que hacer algo pronto Michael, no puede quedar libre. Me lo prometiste, prometiste que nadie me haría daño.

— Amy – dice tomando mi mano – ¿recuerdas lo que te dije?

— Cada palabra ¿Por qué no lo haría?

— ¿sabes lo que paso?

— Sí – digo poniendo los ojos en blanco – Eleanor me ataco mientras estaba en el baño. Dijo algunas cosas de que esto sería lo primero, que el resto seria peor. ¿Cuándo puedo ir a casa? Quiero estar con mi hija.

— Hablare con el médico, lo mas probable es que sea pronto.

Al mediodía el médico pasa por mi habitación me hace algunas preguntas y me dice que puedo volver a casa, pero si siento algún dolor de cabeza vuelva.

Cuando llegamos a casa voy directo a la habitación de mi hija, esta dormida en su cuna abrazada del peluche que le compro Michael la primera vez.

Michael llega detrás y me abraza.

— ¿Como te sientes?

— Bien, solo quiero que esto acabe pronto, es horrible la sensación de que algo pasara pronto.

— Todo esta bien nena, la policía está trabajando en ello.

— No sé qué haría si a nuestra hija le pasara algo.

— Nena no pienses en eso. Ve a descansar, yo cuidare de nuestra pequeña.

— Te amo – digo besando sus labios.

— Te amo mucho más cariño – dice devolviendo el beso y dejándome sin respiración – ve a descansar.

Los días pasan más rápido de lo normal agradezco al cielo que todo haya vuelto a la "normalidad", si entre comillas porque sin que atrapen a Eleanor nada volverá hacer lo mismo.

Hemos hablado con Fernando, él esta dispuesto ayudarnos, dice que su esposa necesita ayuda, no solo por ella también por sus hijos quienes preguntan por ella todos los días.

Se que algo no anda bien, Michael ha incrementado la seguridad en el edificio. No quiere decirme que esta pasando.

Esta mañana ha recibido una llamada, se veía muy alterado.

— ¿Ya vas a contarme que está pasando? – digo sentándome a su lado

— No está sucediendo nada.

— Vas a seguir mintiéndome, se supone que debes confiar en mí.

Michael suspira y se pasa mas las manos por el pelo desesperado.

— Han quemado nuestra casa, la que estaban construyendo en el campo. – jadeo en sorpresa llevando una de mis manos a la boca queriendo no creerlo.

— ¿Quién pudo hacer algo así?

— No lo sabemos, pero ya se está investigando.

— Creo que tengo una idea de quien fue – digo de repente.

— ¿crees que Eleanor sería capaz?

— Si, no lo creo estoy segura.

Asiente con la cabeza y comienzo a escribir furioso en su teléfono.

— Estamos esperando que la policía revise las cámaras. También las del edificio, al parecer están encontrando cosas extrañas en los ascensores y las escaleras de emergencia.

— Ella está cerca – digo mientras un escalofrió me recorre la columna.

Esa noche no dormí, las pesadillas eran constante, me veo dentro de una casa en llamas con Michelle en brazos intentando salir. 

Enamorando al ENEMIGOWhere stories live. Discover now