Prólogo

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Una vez leí que cuando estás en coma eres capaz de ver un mundo de ensueño en el que tú eres el protagonista y no existe nadie más, a menos que tú quieras que ese alguien forme parte de tu sueño. Puedes hacer lo que quieras y tener lo que quieras... pero que cuando despiertas todo eso se esfuma.

Cuando te mueres funciona igual.

Es difícil medir el tiempo cuando estás dormido. A veces despierto y han pasado sólo horas desde que cerré mis ojos, otras veces despierto... y son semanas. Esas segundas veces son por lo general después de una cirugía especialmente complicada, en la que necesitan mantenerme dormido para que mi corazón no estalle o algo similar.

Lo curioso es que a pesar de todo, mi corazón está a punto de estallar.

Sé que mi esposo tuvo que vender el auto e hipotecar nuestra casa, mis padres y mi hermano se han metido en complicados créditos con el banco y todo el dinero ha sido destinado a mi enfermo corazón.

Nadie quiere que mueras cuando sólo tienes treinta años. Pero yo he estado luchando contra esto desde que tenía sólo diecisiete años y a veces... cuando mis ojos se cierran pero mi mente sigue en el mundo real, pienso en lo mucho que me gustaría que todo esto acabara.

Realmente amo a Robert, quien además de ser el amor de mi vida es mi mejor amigo, amo a mi hermano y también a mis padres, pero son sólo ellos quienes realmente me interesan. Aunque son también ellos quienes me mantienen atado a este corazón que ya no sirve más.

Mi más grande anhelo es morir.

Pero junto a ese anhelo reside uno todavía más importante y es que quiero vivir.

Hay tantas cosas que deseo experimentar pero desde este lugar en la cama de hospital no puedo hacerlo. Hay veces en que abro mis ojos y miro con esperanza a mi cansado esposo, él ya sabe leer mis miradas antes de que yo hable siquiera, y cada vez que le dedico esa mirada él niega.

Porque no importa cuánto tiempo haya pasado... no importa cuánto dinero hayan invertido en especialistas y también por debajo de la mesa para hacer que mi nombre suba en las listas de espera.

No importa nada.

                No hay un corazón para mí.

                                 Y moriré de todos modos si no encuentran uno pronto.

you're in my heart ・ frerardWhere stories live. Discover now