I. I hope this time my life change.

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Estaba tan acostumbrada a los aviones que por más que lo intentara no podía entender cómo la mujer sentada en el asiento a mi lado podía estar tan nerviosa al igual que ella  seguramente no podía entender cómo yo estaba tan tranquila. El viaje no iba a ser tan largo pero de todos modos me coloqué mis auriculares para pasar el rato. Luego de unos minutos comenzó a haber turbulencias, algo perfectamente habitual cuando el clima es lluvioso, pero al ver la expresión de la mujer de mi lado decidí decir algo para calmarla.

-Sabe que está comprobado que es mucho más seguro viajar en avión que en auto, además cuando está lloviendo es normal que haya turbulencia, no hay de qué preocuparse.-le expliqué parando la música y sacándome los auriculares.

-Oh, no sabía eso, gracias…-respondió y luego se quedó mirándome a la espera de que le diga mi nombre.

-Mía, mi nombre es Mía.-dije con una sonrisa.

-Muchas gracias Mía, es que no acostumbro a viajar en avión pero necesito llegar hoy mismo a Eastbourn para el cumpleaños de una gran amiga y los boletos de micro ya se habían agotado así que no tuve otra opción. Ah.. por cierto, yo soy Maryl.-comenzó a contarme rápidamente- ¿Y tú por qué viajas sola? ¿Vas a visitar a tu novio?-preguntó con una guiño cómplice. Muy bien, esta mujer sí que hablaba demasiado pero al menos eso la distraía porque ya no se veía tan nerviosa.

-No, claro que no.-respondí riendo.

-¿Y entonces? ¿Vas a visitar a una amiga, tus padres, quizá tu abuela?-inquirió.

-Es una larga historia.-comenté.

-Tenemos tiempo y además me gustan las historias.-me alentó. Sé que ni siquiera conocía  a esta mujer pero se veía muy simpática y charlar con ella haría que el vuelo se pasara más rápido así que acepté.

-Muy bien.-comencé- A mis padres les encanta viajar y sus trabajos les dan la oportunidad de hacerlo, ambos forman parte de una empresa internacional con sedes en varios países del mundo, así que he pasado toda mi vida mudándome de un lugar a otro.

-¿Y no te cansas de ello?-me interrumpió.

-No, en realidad ya estoy bastante acostumbrada pero eso no quiere decir que me guste.-respondí. Claro que tenía su lado bueno, como conocer los lugares más lindos del planeta pero también tenía sus contras.- A veces deseo en serio que mi vida cambie, que me quede a vivir en algún lugar para siempre y listo, eso sería estupendo.-agregué.

-Oh entiendo, ¿y en realidad de dónde eres? Es decir, ¿dónde naciste?

-En Eastbourn, viví allí hasta los cinco años. Fue la única vez que duré tanto en un mismo lugar.-expliqué.

-¿Y qué hay de los amigos o novios?-preguntó preocupada.

-No tengo, no es que no quiera tener a amigos pero cada vez que me cambio de colegio todos me ven como la rara chica nueva que viene de otro país y cuando se acostumbran a mí y comienzan a ser amigables vienen mis padres y me dicen que nos volveremos a mudar. Mi vida apesta.-solté tristemente.- Y novio, no lo sé. Por un lado me encantaría tener uno pero por otro no, es demasiado complicado más cuando sabes que en cualquier momento lo dejarás de ver así que me hice una promesa a mí misma de que no me enamoraré de nadie hasta que viva en un lugar fijo.-agregué.

-Eso debe ser difícil. Entonces…¿nunca te has enamorado de alguien?

-Sí, una sola vez y tenía cinco años así que no sé si cuenta, quiero decir ¿quién se enamora con tan solo cinco años?-dije riendo ante la idea.

-No lo sé, probablemente no mucha gente pero claro que cuenta.-contestó con una risita.-No quiero apurarte pero aún no me has dicho qué estás haciendo aquí y tengo curiosidad.-añadió.

-Oh claro, lo siento.-me disculpé- Este verano mis padres viajarán a China y como yo no sé hablar el idioma y además no me agrada mucho la idea de ir allí, ellos decidieron mandarme a la casa de una de las mejores amigas de mi mamá que vive en Eastbourn.

-¿Y tú la conoces?-preguntó interesada.

-Sí, no la veo desde los cinco años pero la recuerdo un poco. Además ella es mi madrina y su hija era mi mejor amiga, la única que he tenido.

-¡Eso es fantástico!-exclamó Maryl- No solo vas a volver a vivir en una ciudad en la que ya has estado sino que también tienes una amiga allí. ¿Debes estar feliz no?

-Sí, supongo que sí. Para muchos esto podría ser un cambio insignificante pero no para mí.-contesté con una gran sonrisa.-Ah… y además en esta ciudad vive el chico del que te hable, aunque obviamente no supe de él desde que me fui.-agregué.

-¡Lo sabía! ¡Sabía que habría un chico en tu historia!-exclamó emocionada. No pude evitar reír ante su emoción, parecía que le estuviera contando la película más interesante del mundo cuando en realidad estábamos hablando de mi aburrida vida.

- Bueno en realidad no estoy segura de si él sigue viviendo allí o no, ya ha pasado mucho tiempo y ni siquiera recuerdo su nombre… quizás ya se ha mudado al igual que yo.

-No seas pesimista, seguro que él sigue ahí esperándote.-dijo con un toque dramático que me dio risa.

-Puede ser, de todas maneras recuerde mi promesa, no me enamoraré de nadie y él no será una excepción.-le aseguré. Aunque tenía que admitir que sería divertido volver a verlo.

Al final el avión aterrizó y nos tuvimos que despedir. Acababa de encontrar mis valijas cuando vi a alguien saludándome enérgicamente con una mano.

Afraid of falling in love.(Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora