XXV. I'm gonna kill Niall!

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Narra Mía.

Un molesto y repetitivo ruidito me despertó.

-No, ¡no quiero ir al colegio hoy!-balbuceé aún medio dormida agarrando el borde de la sábana y pasándomela por encima de la cabeza hasta quedar completamente cubierta por ella.

Luego reaccioné y me senté en la cama de golpe. Hoy no tenía clases, ¿en qué estaba pensando? ¡Pero si estaba de vacaciones! Miré alrededor y me sorprendí al ver a Cloe también sentada en el borde de su cama rodeándose las rodillas con los brazos. Después de lo de anoche no sabía qué decirle. Tenía el cabello todo despeinado y los ojos rodeados por unas apenas visibles medialunas violetas, como si no hubiera dormido muy bien.

-Mía…, yo…yo estuve pensando.-comenzó a hablar ella, para alivio mío.-Lo siento, sé que no debí haber dicho eso, tú no tienes la culpa de nada.-se disculpó.

-Descuida, estabas mal, lo entiendo.

-Eso no es todo…-comentó.

-¿Qué pasó? ¿Tomaste una decisión?-pregunté genuinamente interesada.

-Algo así, quería saber si irías conmigo. No aceptaré al menos que tú me acompañes…¿crees que podrías hacerlo?-inquirió tímidamente.

-¡¿Qué, estás hablando enserio?!-exclamé.

-¡Oh no! Sabía que no te gustaría la idea.-dijo incómoda.

-¿Qué? Claro que no, todo lo contrario, ¡me encanta! ¡Obvio que voy contigo!

-¿Enserio? ¡Eres la mejor!-dijo entusiasmada.

-¿Amigas de vuelta?-le pregunté tendiéndole una mano mientras una gran sonrisa tiraba de mis labios.

-¡Claro!-contestó ella haciendo mi mano a un lado y abalanzándose sobre mí para abrazarme mientras reía.-Ah..por cierto, lo que te despertó fue tu celular. Creo que te llegó un mensaje.-añadió.

Agarré mi celular, que estaba entre la maraña de sábanas que era mi cama, y miré la pantalla. Tenía un mensaje de Harry.

-Buen día, ¿cómo dormiste? Espero verte esta tarde en mi casa, un beso.-leí mentalmente con una sonrisa.

-¡Claro! ¡Nos vemos!.-le respondí.

-Mmm ¿se puede saber quién te manda mensajes a esta hora?-preguntó Cloe, definitivamente ya había vuelto a la normalidad.

-Mmm no lo sé.-dije riendo.

-Vamos, ¡déjame verlo! ¡No me hagas quitarte el móvil por la fuerza!-reclamé en un tono bromista pero yo sabía que si no se lo daba ella no dudaría en quitármelo.

-¡Toma!-reí mientras se lo lanzaba. Ella lo atrapó en el aire y luego miró concentrada la pantalla.

-¿Qué? ¿Harry? ¡Sabía que terminarían juntos!-chilló emocionada.-¡Cuéntame todo ya!-agregó.

Narra Harry.

 Llegué de jugar fútbol con los chicos y me dirigí directamente a la ducha. Mía no tardaría en llegar así que me bañé lo más rápidamente posible.

Apenas estaba acabando de cambiarme cuando sonó el timbre. Bajé corriendo las escaleras y me encontré con Gemma y Mía charlando animadamente.

-Hola.-me saludó Mía con una sonrisa tímida.

-Ven, pasa.-le indiqué. Ella me siguió, ambos estábamos subiendo las escaleras cuando mi móvil comenzó a sonar. Revolví rápidamente mis bolsillos hasta que lo encontré.

-¿Hola?-atendí.

-Hola Harry, necesito que vengas a mi casa ahora, por favor es urgente.-me suplicó Niall del otro lado de la línea.

-¿Qué? ¿Justo ahora? ¿Qué te sucede?-protesté molesto.

-Te lo explicaré cuando llegues.- comentó antes de colgar.

-¿Qué pasó?-preguntó Mía.

-Era Niall, no sé qué es lo que le pasó pero quiere que vaya a su casa de inmediato, creo que es algo urgente.-le expliqué rodando los ojos.-¿Vienes conmigo?-añadí.

-¡Claro!

Nos dirigimos al coche y quince minutos después ya nos estábamos apenado frente a la casa de Niall.

-¿Ni…Niall vive aquí?-tartamudeó Mía mientras caminábamos hacia la puerta.

-Sí, ¿por qué?-pregunté distraído.

-¿Hace…hace cuánto?

-Desde que nació, ¿qué te sucede?-comenté extrañado.

-Entonces es él.-susurró Mía dejando de caminar de repente.

-No te entiendo, ¿de qué estás hablando?-comencé a decir preocupado volviéndome hacia ella justo cuando Niall nos abrió.

-¡Menos mal que llegaste, ya no aguantaba más! ¡Pasa rápido!-dijo hiperactivamente.

-Mía y yo lo seguimos hasta la cocina.

-¡Ya dinos qué te sucede! ¡Me estás asustando!-exclamé.

-¡Necesito que me ayudes a abrir esto! Llevo media hora intentándolo y no lo he logrado. ¡Estoy muriendo de hambre!-chilló tendiéndome un frasco de mantequilla de maní cuidadosamente cerrado.

-Está bien pero primero dime para qué querías que venga.-respondí agarrando el frasco.

-¡Pues para que lo abras!-contestó.

Levanté una ceja y pasé mi mirada de él al frasco detenidamente durante unos segundos. A mis espaldas Mía soltó una risita que luego disimuló fingiendo que tosía.

-¿Me estás diciendo que me hiciste venir hasta aquí solo para abrir un frasco de mantequilla de maní?-pregunté lenta y pausadamente, remarcando cada palabra.

-Sí.-respondió él como si fuera la cosa más natural del mundo.

-¡¿PERO EN QUÉ ESTABAS PENSANDO?! ¡¿A ESTO LE LLAMAS URGENCIA?!-grité.

-¡Claro que sí, tenía hambre!-se defendió Niall. Mía había estallado en una carcajada y ahora no podía parar de reír.

-Nos vamos.-le indiqué mientras dejaba el frasco devuelta en la mano de Niall y caminaba hacia ella.

-Al menos ayúdame a abrirlo.-pidió Niall mientras salía de su casa, directamente lo ignoré y seguí caminando hacia el coche arrastrando a Mía, que no paraba de reír, conmigo.

-¡Nos vemos otro día Niall!-gritó ella agitando su mano mientras continuaba riendo.

-No es gracioso.-comenté subiendo al auto.

-¡Claro que sí!-me contradijo. Pero apenas se sentó en el coche su risa se desvaneció.

-¿Volvemos a mi casa?-le pregunté. Ella comenzó a asentir automáticamente con la cabeza pero luego pareció acordarse de algo y cambió de opinión.

-En realidad…¿puedes llevarme a la mía? Creo que necesito hablar algo con Cloe.-respondió con la mirada un poco ausente.

-Claro, ¿pero te sientes bien?-inquirí preocupado.

-Sí, no es nada.-dijo no muy convincentemente pero decidí no insistir.

Afraid of falling in love.(Harry Styles)Where stories live. Discover now