Afraid of falling in love.(Harry Styles)

XVII. It will be like I have never known him.

IMPORTANTE: tal vez haya muchas personas que no hayan leído el capítulo anterior porque lo publiqué uno de los días cercanos a Pascua y mucha gente no estaba conectada. Fijensén si lo han leído o no porque sino capaz no entiendan! Un beso y gracias por leer! :)

Narra Harry.

-¿Qué? ¡Yo no estoy enamorado de…-comencé a replicar antes de percatarme que Cloe ya se había marchado.-Tú sabes que no estoy enamorado de ti…yo no sé…no tengo idea de por qué ella dijo eso.-agregué nervioso volteándome hacia Mía. ¿Por qué estaba tan alterado si Mía no me gustaba? ¿O acaso sí? ¡No, claro que no! Eso no podía pasar, estaba haciendo esto solo por la apuesta, ¡no podía enamorarme de ella!

Se produjo un silencio incómodo durante unos minutos hasta que Mía habló.

-Creo que deberías irte a tu casa Harry, ya es tarde.-dijo en un tono neutral y sin mirarme.

-Pero…¿y las llamadas?-pregunté.

-Las podemos hacer mañana o algún otro día.-contestó aún sin mirarme.

-¿Estás enojada? No me malinterpretes, no eres fea. Mierda, todo lo contrario, eres hermosa pero es que yo… yo nunca me enamoro.-expliqué. Oh rayos, ¿qué era eso que acababa de decir? Era verdad que nunca me enamoraba de nadie pero no debería habérselo dicho, no si aún quería ganar la apuesta con Zayn y Louis. Aunque no entendía el por qué pero en ese momento no me importaba tanto la apuesta.

¿Por qué cuando se trataba de otras chicas no tenía ningún problema en decirles que las amaba aunque fuera mentira y en cambio con Mía no podía?

-Está bien…yo solo…no me debes ninguna explicación Harry, enserio.-dijo ella.-Es solo que estoy cansada, creo que me iré a dormir.-añadió.

-De acuerdo.-no tuve más opción que decir.-Pero prométeme que mañana nos juntaremos para seguir con esto.-le pedí señalando las hojas con la lista de nombres y números telefónicos.

-Claro.-respondió con una sonrisa no muy convincente.

-Bien, entonces yo… yo ya debería irme ¿no?-dije dudando mientras me acercaba un poco a ella.

-Sí, sería lo mejor.-respondió con la vista clavada en el suelo.

-En ese caso, que duermas bien.-dije al fin dándole un rápido beso en la frente y luego dirigiéndome hacia la salida.-¡Nos vemos mañana!-exclamé antes de cerrar la puerta detrás de mí.

Narra Mía.

Apenas Harry se marchó me desplomé sobre el sofá y suspiré.

¿En qué había estado pensando cuando acepté que él me ayudara con esto? En nada, seguramente. Lo único que me había importado en ese momento era su tono desafiante. Él me había dicho que estaba seguro de que yo no aceptaría porque tenía miedo a terminar enamorada de él y eso me sacó de mis casillas obligándome a aceptar solo para demostrarle lo contrario. Aunque la verdad fuera que yo había decidido buscar al chico de mi infancia justamente para evitar pensar en Harry.

Ahora estaba perdida, tan perdida que había tenido que pedirle a Harry que se vaya antes de que pudiera decir algo que luego lamentaría. Porque Cloe había dicho la verdad, solo que al revés: yo era la que estaba enamorada de Harry y no él de mí.

Por suerte Harry no lo sabía así que aún podía hacer algo: evitar verlo por el resto del tiempo que tendría que pasar viviendo en Eastbourn.

Cuando acabara el verano me marcharía y todo volvería ala normalidad.

-Será como si nunca lo hubiera conocido.-me aseguré antes de irme a dormir.

 

Narra Harry.

Volví a colgar el teléfono frustrado, era la quinta vez que llamaba al celular de Mía y no obtenía respuesta.

Supuestamente hoy íbamos a continuar con nuestra investigación pero ya eran pasadas las siete y aún no había conseguido dar con ella.

-Hola.-dijo una voz la siguiente vez que marqué su número.

-¡Hola Mía!, ¿estás bien?, ¿por qué no me contestabas?-dije rápidamente por la emoción de que me hubiera atendido.

-En este momento no estoy disponible, dime tu número y te llamaré luego.-continuó diciendo la voz.

-Oh.-suspiré decepcionado, había sido solo el contestador.-Mía, soy Harry. Espero que estés bien, llámame por favor.-dije antes de colgar.

Narra Mía.

-Será como si nunca lo hubiera conocido, será como si nunca lo hubiera conocido.-no dejaba de repetir en mi mente mientras escuchaba mi móvil sonar como por séptima vez consecutiva en el día e intentaba con todas mis fuerzas controlarme para no contestarlo. Al fin atendió el contestador automático y suspiré mientras agarraba el celular para oír el mensaje.

-Mía, soy Harry. Espero que estés bien, llámame por favor.

Lo ignoré y volví a centrar mi atención en la película que estaba viendo: A tres metros sobre el cielo. Me la sabía de memoria pero aún así la amaba y podía verla un millón de veces seguidas sin cansarme a excepción de un pequeño detalle: nunca veía el final. Era una historia hermosa hasta que venía el final y lo arruinaba todo.

-Mía, ¿tu móvil está encendido?-gritó Cloe apareciendo en la sala.

-Sí, ¿por?-pregunté distraída.

-¡Porque tengo un millón de mensajes de Harry preguntándome dónde estás! ¡No entiendo por qué no te lo pregunta a ti!-exclamó.-A menos que tú no le contestes pero no encuentro ningún motivo para que tú hagas eso.-agregó pensativa.- Y bien, ¿no vas a decir nada?-inquirió luego de un rato en silencio.

-No tengo ganas de hablar con él, eso es todo.-mentí.

-¿Debería preguntarte otra vez o debería fingir que te creo como hago la mayoría de las veces?-dijo como si estuviera eligiendo entre dos pares de zapatos de distinto color.

-Definitivamente lo segundo.-contesté levantándome del sillón.

-Lo suponía.-bufó ella rodando los ojos.

-Me voy a dormir, no tengo ganas de cenar.-comenté caminando hacia mi cuarto sin darle tiempo de replicar. De todas formas la película ya estaba por terminar y no quería continuar viéndola.