XXIII. Let me be your first kiss.

8.2K 255 9
                                    

Narra Mía.

Ya había comprado un par de refrescos y algo para comer y estaba buscando a Harry pero no lo encontraba por ningún lado. Decidí ir en busca de los baños para ver si estaba ahí cuando alguien me colocó una mano sobre el hombro.

-¡Sooopresa!-canturreó la voz de Harry a mis espaldas. Me di la vuelta aliviada de encontrarlo y…

-¡Wooow! ¡¿Qué es eso?!-exclamé dando un brinco y derramando accidentalmente ambos refrescos sobre la remera blanco inmaculado de Harry. Él se quedó con la mirada clavada en su ropa por unos instantes como si no entendiera lo que acababa de pasar.

-Si te refieres a esto.-habló al fin, señalando el gigante delfín celeste de peluche que tenía agarrado con un brazo.- es un peluche que conseguí en uno de los juegos para ti.- Y si te refieres a esto.-añadió señalando su remera empapada.- era una hermosa y limpia remera que acababa de comprar y que ahora está toda sucia por culpa de “alguien”.-terminó.

-Mmm en realidad me refería a lo primero.-comenté conteniendo la risa.-Pero ya que lo mencionas tienes razón, era una remera muy bonita, que pena que alguien la haya arruinado. ¿Quién podría haber sido capaz de hacer algo así?-pregunté haciéndome la inocente.

-No lo sé, quizás la misma persona a la que le iba a dar un delfín.-sugirió.

-No, definitivamente ella no tuvo la culpa.-le seguí el juego.-Espera un segundo…¿por qué dijiste iba? ¡Eso está en pasado!-agregué.

-Porque te lo iba a dar pero ahora no estoy muy seguro de qué hacer con él. Creo que es mejor que lo conserve yo por su propia seguridad, nadie quiere que termine bañado en refresco, ¿o sí?-bromeó.

-Hey, ¡solo fue un accidente! ¡Además es tu culpa, tú me asustaste!-protesté. Él suspiró.

-Toma, es tuyo.-dijo luego con una sonrisa.

-¡Gracias, es hermoso!-exclamé abalanzándome sobre mi nuevo peluche.-Sobre la remera…en verdad lo siento.-añadí luego, poniéndome seria.

-Descuida, en algún lugar de esta feria deben vender remeras o algo que pueda ponerme.

-¡Tienes razón! ¡Vamos por una!-propuse agarrándolo del brazo y tirando de él.

Después de dar unas cuantas vueltas por el lugar al fin encontramos un puesto de playeras y nos acercamos a él. Era un puesto pequeño formado solamente por una mesa cubierta de camisas hawaianas al parecer apiladas por talle.

-¿No tiene ninguna remera normal?-le pregunté al vendedor.

-No, lo siento, solo camisas hawaianas.-respondió aburrido.

-¡Genial!-exclamó Harry sarcásticamente.

-¿No sabe si hay otro puesto en el que podamos conseguir una?-le insistí al vendedor.

-¿Van a comprar o no?-preguntó este ignorándome.

-Pero le acabo de preguntar si sabe…-comencé a quejarme indignada por su comportamiento.

-Deme esta.-comentó Harry agarrando una al azar y tendiéndole el dinero antes de arrastrarme lejos de allí con su nueva camisa en la mano.

-¿Pero qué haces? No deberías haberla comprado, el tipo era un idiota.-comenté.

-Necesitaba algo que ponerme y solo me salió una libra.-respondió encogiéndose de hombros. Luego agarró el borde de su remera manchada y comenzó a subirlo para quitársela.

-¿Qué estás haciendo? ¡Estamos en la mitad de una feria!-exclamé, pero el se la terminó de quitar como si no me hubiera oído. Un grupo de chicas que pasaba comenzó a reír tontamente mientras una de ellas lo señalaba.-¡Harry!-protesté.

-¿Qué pasa? ¿Estás celosa?-preguntó guiñándole un ojo a las chicas que salieron corriendo ruborizadas.-Mmm definitivamente no es lo que tenía en mente pero no está nada mal.-agregó hablando para sí mismo mientras observaba como le quedaba la camisa.

-¡No puedes quitarte la remera como si nada! ¡Hay gente mirándote! ¡Y claro que no estoy celosa, ni que fuéramos novios!

-No, no lo somos pero podríamos serlo.-dijo seriamente aunque seguramente estaba bromeando como siempre.

-No sabes de lo que estás hablando.-comenté nerviosa.

-¿Por qué no? ¿Acaso no crees que podríamos ser novios! Mía yo…-comenzó a decir pero lo interrumpí antes de que pudiera terminar.

-Mira, van a comenzar a tirar fuegos artificiales.-grité justo unos segundos antes de que estos comenzaran a iluminar el cielo, y entre el ruido de los fuegos artificiales y el alboroto de la gente Harry no tuvo otra opción más que hacer silencio.

Narra Harry.

Después de ver los fuegos artificiales, probar algunos juegos de la feria y caminar por ahí un rato decidimos volver. Estaba nervioso y a la vez decepcionado por lo que había pasado: había estado a punto de decirle a Mía que… en realidad no estaba muy seguro de que iba a decirle porque había estado hablando inconcientemente. Cuando estaba cerca de ella no podía elegir que decir o qué hacer simplemente lo hacía.

El viaje de regreso se pasó aún más rápido que el de ida. En unos pocos minutos, en los que Mía iba hablándome muy emocionada de lo mucho que se había divertido, ya estábamos en frente de la casa de Cloe.

-Ups, creo que trabé la puerta.-dijo Mía preocupada cuando intentó bajarse del coche pero no lo logró.

-No te preocupes, es solo el seguro.-contesté mirándola. Por alguna razón no quería que se marchara tan pronto.

-Harry…-dijo agitando su mano en frente de mi cara.-Tierra llamando a Harry, ¿vas a abrir el seguro o qué?-dijo riendo.

-Emm sí claro, lo siento.-contesté sacudiendo la cabeza. Me desabroché el cinturón para poder alcanzar la puerta y sacarle el seguro sin problemas.-¡Listo!-comenté aún un poco inclinado hacia Mía. Ella me dedicó una sonrisa y se acercó para darme un beso de despedida en la mejilla.

-¡Espera!-le pedí tomándola del brazo para retenerla.

-¿Qué pasa?-preguntó volviéndose hacia mí.

Sin decir nada tiré un poco de su brazo para acercarla más, hasta que mi rostro quedo solo a unos milímetros del suyo. Luego me quedé observándola en busca de una señal que me permitiera seguir. Ella se mordió el labio en aquel gesto infantil que tanto me gustaba, igual que la noche anterior.

-Harry…yo…-comenzó a titubear respirando entrecortadamente.-Yo…nunca he besado a nadie…y no quiero que…-siguió, alejándose y abriendo la puerta del coche.

-Está bien, lo entiendo.-susurré un poco avergonzado por mi comportamiento.- Buenas noches Mía.-me despedí.

Ella no me respondió, ni tampoco se bajó del auto. Simplemente se quedó sentada de espaldas a mi mirando hacia el exterior, como si estuviera meditando algo. Luego sin siquiera darme tiempo para reaccionar se dio la vuelta y me besó. Automáticamente coloqué mis manos sobre su cintura. Sus labios estaban sobre los míos y no sabía como explicarlo pero se sentía totalmente distinto a todos los besos que había dado en mi vida. Unos demasiado cortos segundos después se separó de mí, traté de acercarme de vuelta pero ella me colocó un sobre los labios para impedírmelo, luego me sonrió y se apeó corriendo del coche dejándome allí solo, mirándola alejarse.

-Wow, era su primer beso…y me lo dio a mí.-no pude evitar pensar mientras una sonrisa estúpida se formaba en mi rostro. 

Afraid of falling in love.(Harry Styles)Where stories live. Discover now