Solo lo hago por tí

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-Pov Jack-

Sus pesadillas se desvanecían al mismo tiempo que iba cayendo al suelo.
Caí de rodillas, dirigiéndole una incrédula mirada.

Negué ante la falsa ilusión que me había echo en la cabeza.
—Jack —se acercó con preocupación. Tocó mi rostro, mientras veía mi cuello.

—¿De verdad eres tú?
—No, solo estás loco.
Arrugue el entrecejo, levanté la mano y le bofete.

Sonreí con sorpresa —. ¡De verdad eres tú! —me colgué de su cuello —. ¡Idiota! ¡Cómo te atreviste a morir así!

Tenerlo tan cerca me regreso la calidez y confíanza que había perdido desde su muerte.

Me cargó como si fuera un pequeño niño —. Tranquilo, de verdad necesitaba un descanso de tí.

—Idiota —coloque mi cabeza entre la comisura de su cuello. Inhale su escencia, y de inmediato me sentí relajado como si todo lo malo se hubiera ido con su sola presencia.

¡Son unos hijos de puta! —Conejo estaba de vuelta, listo para volver atacarnos.
Las pesadillas de Pitch formaron cadenas que se entrelazaron sobre el cuerpo de Conejo.

Este forcejeaba y maldecia sin miedo alguno —. ¡Cuántas veces tendré que matarte!

—Nunca podrá matarme un ser tan miserable como tú —la voz de Pitch era siniestra —. No te perdonaré lo que le hiciste a Jack.

-Pov Pitch-

¿Y María? —le susurré en el oído a Jack.
Negó sin levantar la mirada —. No pude protegerla.

Maríase atrevió a decir su nombre sin remordimiento —. Debiste haber visto como le decapitese burlo lleno de egocéntrismo.

Le fulmine con la mirada —. Morirás como ella.
Enrolle dos cadenas alrededor de su cuello —. ¡No mereces la misericordia de nadie!

Le fuí estrangulando poco a poco, la idea era estrangularlo hasta que su cuello se trozara por completo.

¡Noooooo! ¡Detente! ¡Detenlo, Jack!
Pitchescuche el leve susurro de Jack —. No vale la pena rebajarse a su nivel... tú eres mejor, siempre lo fuiste.

Suspiré con agobió —. Bien, pero solo lo hago por tí.
—¡Eres un idiota! ¡Más te vale matarme!

Gruñi, estrangulando con más fuerza. La sangre comenzó a recurrir por las cadenas.
Jack tomo mi cabeza entre sus manos—. Pitch, ya suéltalo.

Sus ojos suplicaban que lo hiciera. Aparte la vista —. Solo estaba jugando.

No juegues así, se lo merece, pero no caigas en sus juegos.
—Bien —me di la vuelta —. Solo tomen las precauciones necesarias o yo las tomaré.

Me dirigí a Sandy y le asenti como agradecimiento —. Necesito hablar contigo.
Levantó su pulgar con una leve sonrisa.

De verdad agradezco que escucharás.
—No te escuché a tí.

Sandy apunto atrás con prisa. Todos volteamos a ver.
—¡Cómo se atreven a restregarme su jodida felicidad en la cara!
Tironeo su cuerpo hacia adelante.

—¡Soy mejor que todos ustedes! —las cadenas se incrustaron en la piel del animal.
—¡Conejo, para!
—¡No!

—¡Jodete Norte! —escupió sus palabras con odio —. ¡Todos ustedes joda...
Las cadenas atravesaron su cuerpo. El solo se había mutilado.

Refugie el rostro de Jack en mi pecho —. No veas por favor.
Los demás corrieron a él, todos lloraban y gritaban con gran dolor la perdida de su amigo.

Los labios de Sandy temblaban, seguramente deseaban poder gritar el nombre del que una vez fue su mejor amigo.

Mientras observaba, mis oídos captaron los leves sollozos de Jack —. Quieres ir.
Negó.
Dime que quieres y lo haré.
Solo quiero ir a casa.

¡Eres mío! ¡Solo mío! [Blackice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora