Freya Baker jamás en su vida le prestó atención a los merodeadores, ni siquiera al hermano de su mejor amigo.
Ella simplemente vivía en su mundo...
En su mundo de aventuras.
Un mundo en donde ella viajaba y resolvía problemas en todo el mundo.
Un mu...
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❝Feliz Navidad mi Ninfa❞
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La casa estaba en un total silencio, Freya había enviado a todos los trabajadores a pasar navidad a sus casas, con sus familias, como debía ser.
Había rechazo casi 43 veces las invitaciones de Peter para cenar con él y su madre en navidad y al final el Pettigrew entendió que ella solo quería estar sola.
Por eso Freya no le había dicho nada de su conversación con su padre a sus amigos, no quería preocupar a nadie así que ni JJ, ni Severus, ni Amalthea, ni Bastián... Nadie sabía más que Peter.
La pelirroja también había decidido no molestar a James al contarle aquello, así que sólo respondió a la carta del Potter diciendo que estaba bien.
Ahora mismo estaba sentada en un sofá en la sala de estar, cerca de la chimenea, viendo la televisión y enviando lechuzas con los regalos de sus amigos.
Levantó la vista y vio curiosa el cuadro de su madre sobre la chimenea, no podía creer que aquella mujer que tanto había extrañado toda la vida en realidad la había odiado.
-¿Qué demonios?- Soltó al escuchar un estruendo afuera.
Corrió al patio con la varita en su mano y vio con una sonrisa lo que había pasado.
-No puede ser ¡¿Qué haces aquí?!- Preguntó tratando de no reír.
-¿Qué crees? ¡Vengo a verte!- Respondió James desde la piscina.
Probablemente James trató de aterrizar en el claro del patio, pero de alguna forma terminó en la piscina.
-Oh, cariño ¿No viste el árbol?- Preguntó Freya quitando una rama del cabello mojado del Potter que ya había llegado nadando a la orilla.
-No te rías, hace frío, está oscuro y no podía ver- Se quejó el azabache.
-Ven aquí-
Freya tomó su mano y lo ayudó a sentarse en la orilla de la piscina, ella tenía puesto su pijama de unicornio, pero no le tomó mucha importancia a que James la viera así puesto que él estaba mojado.
-¡Accio escoba!- Conjuró la pelirroja divertida.
La escoba llegó a su mano, totalmente mojada y escurriendo. Freya vio a James con una sonrisa de diversión y le ofreció su mano, él se puso en pie y se sacudió.
-¿Qué haces aquí?- Preguntó de nuevo la chica.
-No iba a dejar que pases la navidad sola-
-James, no creo que a tus padres les guste que vengas al otro lado del país a buscarme-
