Freya Baker jamás en su vida le prestó atención a los merodeadores, ni siquiera al hermano de su mejor amigo.
Ella simplemente vivía en su mundo...
En su mundo de aventuras.
Un mundo en donde ella viajaba y resolvía problemas en todo el mundo.
Un mu...
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❝Frigga...❞
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Freya por fin había arreglado todo lo que tenía que ver con el testamento de su padre, la empresa seguiría funcionando en manos de su primo que le daría sus ganancias y ella no tendría que estar ahí.
La familia Robbins sería quien viviría en la mansión Baker y ella se había ofrecido a cubrir los estudios de los dos hijos que había dejado atrás su viejo amigo.
También Peter y su madre se habían mudado a una casa que Lester Baker dejó en el testamento para el chico Pettigrew, la herencia de Freya al fin estaba en sus manos y ella por fin podría estar tranquila y sin pendientes.
Aún lloraba en las noches al recordar que nunca más volvería a visitar a Albert Robbins, que no iba a escuchar su voz de nuevo y que no tendría ningún abrazo de su padre otra vez, no dejaba de pensar en qué jamás le agradecío lo suficiente por cuidar de ella.
Solía ir casi cada día a visitar la tumba de su padre y del señor Robbins, pero últimamente se había sentido muy mal y decidió que no iba a ir por un tiempo.
Ese día también iba a realizar su viaje a Nueva York con Bastian, Peter, Marcus, JJ y Severus, que al final insistieron en acompañar a la chica.
-¡Tía Freya!- Llamó Marcus entrando.
El pequeño niño saltó a sus brazos y ella lo recibió con una sonrisa para luego acomodar su cabello negro.
-El tío Bash dice que ya el carruaje está listo y la tía JJ me dijo que si no bajabas ahora subiría por ti-
-Entonces vamos, nadie quiere ver a la tía JJ enojada ¿Cierto?- Marcus negó a lo dicho por su tía.
Freya bajó con el niño aún en brazos y subió al carruaje donde ya esperaba una muy embarazada JJ.
-Los ochos meses te sientan- Alagó Bastian sentándose al lado de Freya y tomando a Marcus.
-No te burles porque en cuanto expulse a este bebé de mi cuerpo voy a levantarme de la cama y te mataré- Advirtió la chica.
Bastian vio a JJ con algo de miedo mientras que a Freya le causó algo de gracia escucharla decir eso mientras tenía algo de chocolate en la barbilla.
-Amor deja de amenazar a Bastian, ya no duerme por las noches del miedo- Bromeó Severus tomando asiento a su lado.
Peter subió al carruaje en silencio, pero con una sonrisa al escuchar lo dicho por Snape, se sentó y sacó un dulce para luego lanzarle a Freya unos dulces de pimienta que le había traído.
