Freya Baker jamás en su vida le prestó atención a los merodeadores, ni siquiera al hermano de su mejor amigo.
Ella simplemente vivía en su mundo...
En su mundo de aventuras.
Un mundo en donde ella viajaba y resolvía problemas en todo el mundo.
Un mu...
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❝Te lo ruego...❞
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La lluvia caía lentamente, como si el cielo estuviera llorando junto a los Potter y los merodeadores que veían la nueva tumba al lado de la de Fleamont.
-Hace mucho frío, no quiero estar aquí-Habló Lily en tono de queja- Vámonos, sabes que no me gusta la lluvia- Le pidió a James.
-Lily- Llamó Peter de mala gana- Su madre murió, deja de ser tan egoísta y déjalo despedirse, si quieres irte hazlo, pero sola-
La pelirroja lo vio enojada, pero cuando buscó apoyo en James para defenderla él ni siquiera la veía, simplemente tenía la mirada fija en la lápida con el nombre de su madre.
Lily rodó los ojos y se alejó en dirección a la capilla del cementerio con rapidez y quejándose del frío, la lluvia y los truenos.
James se acercó a la lápida y unió su frente al frío mental para luego sollozar, por primera vez se mostraba realmente débil ante sus amigos.
Sirius simplemente se acercó a él y colocó una mano en su hombro, él también lloraba en silencio.
-Mami...- Llamó James- No me dejes solo por favor- Rogó.
-Jamie, ella ya no está- Murmuró Sirius abrazándolo.
-No quiero estar solo Canuto, no quiero estar sin mi mamá...-
Peter suspiró y se acercó a James para colocar una mano en su hombro como apoyo, a veces quería olvidar lo que hizo y volver a quererlo como el hermano que era para él hace dos años, pero no podía.
Remus también se acercó a James y abrazó para luego abrazar a Sirius que comenzó a llorar más fuerte.
-Cornamenta debemos irnos- Pidió Remus acercándose de nuevo al Potter-No es bueno para ti estar aquí, no haz comido o dormido en dos días, tienes que descansar-
-No quiero dejar a mamá sola...-
-Está con tú papá ahora James- Tranquilizó una voz.
El Potter se volteó y vio a JJ acercándose, ella tal vez no fue la mejor amiga de James, pero llegaron a llevarse bien y el azabache sabía que ella y Peter hicieron hasta lo imposible por salvar a Euphemia.
-Vamos James, te voy a llevar a San Mungo y te daré algo para dormir mientras te hidratas- Siguió la señora Snape ofreciendo su mano al Potter.
