Freya Baker jamás en su vida le prestó atención a los merodeadores, ni siquiera al hermano de su mejor amigo.
Ella simplemente vivía en su mundo...
En su mundo de aventuras.
Un mundo en donde ella viajaba y resolvía problemas en todo el mundo.
Un mu...
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❝Yo no seré tú primera opción❞
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Freya tomó asiento junto a Severus y él le sonrió acomodando sus libros en el escritorio.
-Escuché que ayer vino el jefe del departamento de registros mágicos- Comenzó la Baker sonriendo.
-Así es- Severus bajó la mirada ocultando su sonrisa.
-¿Y?- Insistió la pelirroja.
-Y aceptaron publicar mi poción-
-¡SI!-
La pelirroja saltó sobre su amigo y lo abrazó saltando de alegría mientras él trataba de no reír.
-¡Estoy tan orgullosa de ti!-
-Eso no es todo...- Habló Snape tratando de contener su emoción.
-Cuéntame- Pidió Freya volviendo a su asiento con una sonrisa ansiosa.
Los demás prefectos en el salón los veían con algo de curiosidad, pero solo escucharon los gritos emocionados de la chica Baker.
-Me dieron un adelanto de la publicación y quería pedirte un favor-
-Esto se pone cada vez mejor-
-¿Me acompañas a comprar un anillo esta tarde?- Pidió el Slytherin con algo de nerviosismo.
-¡AHHH! ¡SI! ¡CLARO QUE SÍ!- Chilló Freya volviendo a saltar.
James venía entrando y los vio con curiosidad, pero no sé acercó a preguntar, llevaba una semana evitando a Freya puesto que no quería hablar aún de lo que vio en el mapa.
Detrás de él entraba Lily Evans, prefecta de Gryffindor, quien veía todo con curiosidad y algo de enojo al ver como Severus reía abiertamente frente a todos mientras abrazaba a su amiga, con ella jamás se había reído.
Remus alcanzó a James, pues él también tenía que estar en la reunión por ser prefecto de Gryffindor, se quedó algo extrañado al ver la escena de Freya saltando alrededor de Severus mientras él se reía.
Aún así los tres Gryffindor caminaron en diferentes la misma dirección y tomaron asiento todos en una mesa.
-¿Quieres que yo lo elija?- Preguntó Freya sin dejar de saltar por la emoción.
-Tienes mejor gusto que yo en joyas- Recordó viendo el collar que ella llevaba.
-Este me lo dio mi novio, pero tienes razón- Canturreó ella sin dejar de sonreír.
