Coffee shop «Kim Namjoon»

1| No es quiero, es "necesito avanzar".

­­­­­­La biblioteca escolar se encontraba en un pulcro silencio, estaba casi vacía a estas horas pues el día de hoy las clases terminaban temprano para mi grupo y algunos estudiantes se encontraban esparcidos en las mesas del lugar terminando alguna tarea indicando ser alumnos de nuevo ingreso.

Que bellos recuerdos.

—Me doy por vencida, no quiero saber más de ella. —mi compañera de clases cerró su computadora y cruzo sus brazos en manera de protesta.

—¡Por los dioses Haley! ¿Cuántas veces es necesario decirte que guardes silencio? Necesito concentrarme. —la pelinegra al lado opuesto de la otra, respondió.

—Shhh... —se escuchó por algún lugar.

—Vete a tu departamento si tanto quieres concentrarte, no pienso callar mi frustración —respondió de vuelta la rubia a la pelinegra.

—¿Mi departamento? Estoy en un lugar público donde la regla uno es guardar silencio... —

—Shhh... —volvió a escucharse.

—¡Shhh tú! ­—Haley, molesta, elevo la voz al chico que se encontraba a dos mesas nuestra.

Y fue así la manera en que comenzaron una pequeña discusión con el chico que solo quería estudiar y terminar su proyecto, al igual que yo, para luego seguir entre ellas y repetirse lo exasperadas que estaban por terminar la tesis escolar sin que hubiese interrupciones entre ellas.

Al igual que mi compañera, cerré mi computadora y guarde mis cosas dentro de mi mochila sin decir nada, el responderles llevaría una discusión que nunca terminaría.

—Espera... ¿A dónde vas, Elara?

—Lejos de ustedes dos, monstruos. ­­—con mi mochila ya en el hombro, tomé mi celular y mi pequeña botella de agua.

Eran mis amigas, pero entre más alejada estuviera de ellas mientras trabajara en mi tesis, seria lo mejor para mí.

—Eso debería de ofenderme ¿pero sabes qué? Lo tomaré como un halago —Haley rio buscando hacer enojar a Bora la cual solo negaba repetidas veces con la cabeza.

—Nos vemos mañana chicas, ánimo, ya falta poco. —respondí dándoles apoyo.

Di media vuelta para seguir mi camino lejos de la biblioteca de la universidad cuando la voz de mis amigas volvió a escucharse tras mío.

—¡Te has olvidado de algo!

—¡De nuevooo! ¿Cómo piensas pagar?

Al regresar con ellas, me di cuenta de que había olvidado mi cartera, otra vez.

En la semana ya era la tercera vez que me pasaba y tenia la buena suerte de que fuese con mis amigas; si no, perdería todo.

—No sé qué me pasa estos días —la pequeña cartera lila se encontraba en el lugar donde había estado, suspire tomándola entre mis manos para después, guardarla en mi mochila.

—Se cuidadosa, no estaremos para recordarte que la olvidaste.

Asentí sin decir nada y me despedí de ellas agitando la mano; salí de la institución en busca de un lugar mas tranquilo tomando en cuenta la recomendación de mi amiga: no comprar nada, porque eso significaba alejarme de mi cartera sin enterarme. El parque Nakseongdae de Seúl me pareció lo mas adecuado a visitar, tenia que avanzar en mi tesis lo más que pudiese y no había otra opción mas cerca de mis estudios.

Camine alrededor de diez minutos para poder llegar sin problema alguno, tomé asiento en una de las pequeñas mesas que se encontraba ahí, justo a lado del lago; saqué mi computadora y me dispuse a escribir, parafrasear y citar a cada uno de los autores de los artículos encontrados referente a mi tema.