Coffee shop «Kim Namjoon»

17| Nuestra primera cita.

"El hombre sensato cree en el destino; el voluble en el azar."
—Benjamin Disraeli.

Mi mano tomó con sumo cuidado la suya al bajar del taxi, después de asegurarme que no olvidara nada dentro de el y que se encontraba bien, saqué mi cartera para pagar; al terminar di la vuelta visualizando a una chica de espaldas, con sus flores sosteniéndolas en su mano izquierda, observando las pocas estructuras que se alcanzaban a ver desde donde estábamos, la mayor parte de los árboles cubrían desde la parada, justo donde permanecíamos ambos.

Caminé hacía ella, quien se sorprendió un poco al tenerme a su lado, alzando su cabeza para verme.

—Esto será muy interesante, ¿podríamos avanzar ya? —preguntó un poco emocionada.

—Si, pero no podremos entrar con bebidas, ¿te parece si nos acabamos el café mientras paseamos por este mismo parque? —Elara asintió tomando del cartoncillo que sostenía, su café.

—Ayer me divertí hablando contigo sobre películas de romance —comentó antes de dar un sorbo a su café.

—Igual yo, me gusta saber que es lo que te interesa —respondí sin más, acercando el popote a mis labios.

Porque tenía razón, me interesaba saber más sobre ella, lo que le gustaba, lo que odiaba, que le incomodaba, entre más supiera de ella, más podría gustarme.

Elara me miro ruborizada.

—Pudimos hablar de nosotros...

—Lo hacemos ahora, es mejor en persona, ¿no te parece? Incluso puedo ver como se sonrojan tus mejillas con cada cosa que digo —reí achicando mis ojos.

—Dioses, ¡basta! —rio tapando parte de su cara. —háblame de ti, Namjoon.

—¿Qué sabes respecto a COMMA ENT?

Elara guardo silencio por un momento pensando mi pregunta.

—He escuchado cosas muy buenas de COMMA ENT, cada que una celebridad vendrá se las ingenian para que todo llame la atención, a pesar de que no sea de tu gusto, y no lo digo por mí, sino porque hablan de ello dentro de la escuela —comentó.

­­—Me agrada escucharlo, al parecer, mi departamento hace bien el trabajo —reí leve.

La morena me observo asombrada.

—Tu...

—Yo...

—¿Trabajas en COMMA ENT? —preguntó, cubriendo con sus dedos parte de su boca.

—Si, es mi departamento, formo parte con dos de mis mejores amigos —tomé café esperando una respuesta.

—Vaya, y yo pensando que eras un abogado recién egresado —rio avergonzada.

—No te preocupes, es normal, ambos llevamos trajes —reí con ella. —llevo cuatro años con ellos, desde que me gradué, mejor dicho.

—Eso es genial, bastante diría yo, ¿te sientes bien ahí?

Yo, ¿me sentía bien ahí?

Brindar una respuesta era difícil, me debatía entre brindar un "si" pero también un "no", siempre me había esforzado para lograr todo lo que tenía ahora, pero ¿realmente me daban los honores por ello?

—Te seré sincero, hace mucho no me hacían esa pregunta —suspiré.

—Es bueno hablar sobre ello, si ocupas desahogarte, aquí estoy —sonrió.

Elara y yo caminábamos uno a lado del otro hacía la entrada del museo, nuestros cafés al parecer se habían terminado y solo quedaban los vasos vacíos.