8| Una bonita distracción.

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Con esfuerzo y desveladas, con cariño para ti. mywinteerbear

"Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir."
-Miguel de Cervantes.

Sus labios hicieron presión sobre los míos con confianza mientras que su mano subió a mi cuello acercándome hacia ella.

Mi mano se dirigió a su cintura para quedarse quieta justo en ese lugar, sin intención de buscar más.

Mi-suk se separó de mí con una sonrisa en su cara antes de proseguir con la charla.

—¿Te dije que eres más guapo en persona?

Una risa coqueta salió de mí.

—Más de una vez, sí.

—Podríamos vernos en la semana, el parque Nakseongdae me queda cerca, es aquel donde nos veríamos la primera vez, ¿te parece? —propuso.

Por un momento lo pensé, el parque estaba retirado de donde vivía, lo que significaba que tendría que tomar transporte y llegaría tarde a casa.

—Podemos dar un paseo cerca del lago, tomar algo en una cafetería que está antes de salir y después ir a mi departamento —volvió a hablar la pelinegra.

Mordí mi labio inferior ante la nueva idea, Mi-suk sí que era rápida, y mucho.

—Veámonos el miércoles, en el área de cafetería que dices —respondí con una sonrisa. —¿quieres que lleve algo? —pregunté en referencia a la idea del departamento.

Mi-suk asintió, tomó mi mano que yacía en su cintura y dio un apretón leve para después soltarla y dirigirse a la puerta.

—Sólo a ti, descansado y recién duchado, lo demás, la casa invita —nuevamente, una sonrisa coqueta se apoderó de su cara y salió de la oficina.

Me recargué en mi escritorio intentando relajarme por lo tenso que había estado en la junta que acaba de tener, cuando la puerta volvió abrirse alejando mi paz mental.

El rubio ingreso tomando asiento en la silla giratoria de mi escritorio mientras que el castaño se encargó de cerrar la puerta con seguro y mirarme con cara de pocos amigos.

—No puedo creer que no puedas mantener tus estúpidas pulsiones de libido controladas, estoy seguro de que el señor Lee se dio cuenta de la tensión sexual que había en la oficina —regañó mi amigo.

Pase mis manos por mi cara frustrado, lo merecía.

—Mi pregunta aquí es, ¿por qué das información de dónde trabajas? —habló el rubio.

—Sabía que era asistente, de lo que no estaba enterado es que fuese de uno de nuestros clientes, ella no sabía que trabajaba aquí —respondí en defensa.

Y era cierto, en nuestras pláticas nunca salió el tema a fondo, además de que, el mencionarlo, podría ser peligroso.

—Jimin, deberías quitarte de esa silla, muy probablemente dieron una follada rápida porque a eso apesta la oficina —comentó Hoseok en dirección a Jimin.

Este se paró sin pensarlo con una cara de asco evidente.

—Dioses Joonie, la silla es tan incomoda... —respondió Jimin.

Hobi y yo nos miramos con el ceño fruncido por su comentario.

—¿Eun-ji ha venido a la oficina? —pregunté curioso.

Coffee shop «Kim Namjoon»Where stories live. Discover now