19| Segunda cita.

992 113 80
                                    

"Somos arquitectos de nuestro propio destino."

—Esto es el colmo, ¿de nuevo? —chilló Jimin exasperado.

Mi quijada se marcaba denotando molestia, mis ojos veían fijamente a la persona frente a mí, que se encontraba parada de su asiento.

Hoseok tomó el puente de su nariz entre sus dedos mientras sus ojos se mantenían cerrados, tratando de mantener la calma.

—A este punto estoy reconsiderando todo lo que ha pasado contigo desde que esa niña llegó —habló de manera tranquila el castaño.

—Ni siquiera sabes que es lo que dices...

Un largo suspiro salió de mí.

Después de enviarle la ubicación a Elara y terminar el trabajo que hacía junto a Hoseok en mi oficina, Jimin apareció con un bonito toper para platicar un rato en nuestra hora libre.


—¿Que tal estuvo la cita? —preguntó Jimin entusiasmado.

Mi enorme sonrisa en la cara me delató ante mis amigos.

—¡Mierda, si! Dime que se besaron por favoooor —celebró el rubio alargando el imploro.

Mis mejillas se sonrojaron como un niño.

—El primer paso es dar besos en las mejillas-

—¡Buuu! Yo quiero acción Joon, ¿qué es eso de besar mejillas? ¡Solo bésense y ya! Se gustan, no veo el problema —la pequeña risa de mi amigo se escuchó en el despacho mientras metía un gran bocado de arroz a su boca. —¿tpu que pensash?

Nuestras vistas se dirigieron a Hoseok, quien se encontraba callado desde que el rubio sacó el tema.

—Espero no arruinar el momento, pero ¿Joonie? ¿Recuerdas que quería hablar contigo sobre algo?

Mis cejas se fruncieron y la sonrisa que tenía fue retirándose de mi cara intentando recordar.

—¿Era sobre Elara?

—Si bueno, resulta que antier, cuando fui por los cafés, hay una posibilidad de que me haya encontrado con ella, en la dichosa cafetería... —pausó.

Jimin terminó de tragar lo que tenía en la boca y movió sus manos indicando que prosiguiera.

Este chismoso.

—Estaba, acompañada de un chico, delgado, alto, castaño, ¿te ha hablado sobre él?

Mis dedos comentaron a tamborilear en el escritorio.

¿Cuántos chicos delgados, altos y castaños puede haber en su universidad?

O, mejor dicho, ¿cuántos chicos delgados, altos y castaños puede haber en su propio salón?

—Esa pregunta es muy estúpida —solté sin más. —¿a qué quieres llegar con eso? No tiene nada de malo que salga con sus compañeros, ¿acaso tú te molestabas cuando Hyuna habla con un chico?

No quería estar a la defensiva, pero si se trababa de Elara, era obvio que lo haría.

—No, a mí no me molestaba que Hyuna hablará con chicos, lo que si me molestaría es que esté intentando salir conmigo mientras tiene una relación.

El despacho quedó en silencio y la tensión comenzó a palparse de inmediato.

Una risa nasal salió de mí.

Coffee shop «Kim Namjoon»Where stories live. Discover now