18| No te des excusas.

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"El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad."
-Giovanni Pipini.

—Me gustó mucho nuestra primera cita.

—Entonces, si te invito a salir de nuevo, ¿aceptarías? —preguntó Namjoon un poco tímido.

Asentí leve, ocultando mi cara con las flores después de ello; Namjoon se acercó a mi de una manera leve y bajó estás de mi vista para observarnos.

Emociones.

Emociones era lo único que podía percibir en aquel brillo que irradiaban sus ojos al verme.

Sin saber de donde salió tanta valentía, me acerqué a Namjoon dejando un beso cercano a sus labios en forma de agradecimiento por todo, haciendo que ambos cerráramos los ojos ante el tacto.

—Mañana salgo temprano de la escuela, podemos vernos en tu tiempo libre, si gustas, podría ir a COMMA ENT y salir a comer algo —con vergüenza, hablé en cuanto me separe de el, mordiendo mi labio inferior esperando una respuesta.

—Me parece perfecto —respondió con una grande sonrisa, marcando aquellos bonitos hoyuelos en sus mejillas.

Sin pensarlo mucho, mi dedo índice subió hasta su cara posicionándolo en uno de los hoyuelos.

¡Tenía tantas ganas de hacerlo desde la primera vez que los vi!

Con mis mejillas sonrojadas, hablé.

—Son lindos... —susurré.

—Igual que tú.

—Gracias, Namjoon, por todo esto, fue muy lindo.

Namjoon tomó mi dedo -que aún estaba en su mejilla- entre su mano, haciendo que estas se tomaran y nuestros dedos se entrelazaran.

—No tienes que agradecerme, no mereces menos —sonrío aun viéndome. —debo preguntar, ¿quieres que te acompañe hasta aquí o suba a dejarte a la puerta de tu departamento?

Mis piernas temblaron.

Quizá el que me dejará en la puerta de mi departamento haría que lo invitase a tomar un té, el aceptara y después de rato de estar sentados en el sillón de mi sala, me le acercaría en mi momento de valentía para besar fuerte esos bonitos labios mientras mis manos suban a su cabello para enredar mis dedos en aquellas hebras oscuras, contrario de sus manos, que se posarían en mi cintura atrayéndome hacia sí mismo...

Mi cara se encendió en un color rojizo intenso al caer en cuenta de la situación que mi cabeza estaba creando junto con imágenes subidas de tono.

¿En qué estaba pensando?

—¿Estás bien, Elara? No he preguntado con una mala intención, quiero aclararlo, primero necesito asegurarme de que es lo que tú deseas y ver qué estés bien —Namjoon mordió su labio inferior al ver que no obtuvo una respuesta de mi parte más que mis mejillas muy sonrojadas.

Lo que deseo es que nos besemos ahora mismo.

Un suspiro salió de mí, avergonzada ante mis pensamientos.

—Es-estoy bien, Nam, creo que por ahora puedes acompañarme hasta aquí, ya es un poco tarde y me preocuparía si te vas siendo más oscuro —comenté mientras separaba nuestras manos juntas e intentaba quitar la chaqueta que me había prestado minutos atrás.

La mano del moreno se posó sobre la mía impidiendo que quitara la chamarra y mi vista chocara con la de él en confusión.

—Puedes regresármela luego, en la siguiente cita, no hay problema-

Coffee shop «Kim Namjoon»Where stories live. Discover now