16| ¿Es el destino, acaso?

703 108 77
                                    

"El destino es como una gran mano mágica que va colocando a personas y cosas en los lugares y momentos adecuados para que todo suceda como por casualidad."

Hace una semana, aproximadamente, había declarado el miércoles como 'miércoles de gloria'.

Y es que la diferencia de ahora, era que tenía una cita con la chica que me gustaba; aquella chica que le entregué su cartera después de que se le olvidara en aquella cafetería.

Nuestra cafetería.

Porque si, ahí nos conocimos, ahí olvidó su cartera, ahí se la devolví, ahí comenzamos a vernos, por supuesto iba a ser nuestro lugar.

Me adentré a Goro Coffee Roasters -con un bonito ramo de tulipanes en mis manos- a pedir dos bebidas para ambos, aquel café que nos unió en el instante que cayó sobre nosotros.

Quería que todo saliera bien.

Elara se lo merecía.

Mi celular vibró mostrando un mensaje en su pantalla haciendo que mi corazón latiera rápido y mis manos comenzaran a picar por la ansiedad que se estaba generando en mi.

Estaba nervioso.

B. Elara
Llegó en 15, hay un poco de tráfico pero estoy cerca :)

Como si un espejo estuviera frente a mi, planché con las palmas de mis manos mi camiseta blanca y acomodé mi chaqueta negra con mucho cuidado, con miedo a que se arrugara, pensando en lo que Jimin había dicho unas horas atrás.

—¿Porqué no tienes nada intermedio, Joon? —preguntó el rubio mirando mi armario con el ceño fruncido. —o es ropa de vestir, o son camisas básicas con pantalones más amplios que mi antiguo departamento de soltero.

Un bufido exasperado salió de mi.

—Te pedí ayuda para vestirme, no para que critiques mi ropa, Jimin-

—¿Como te puedo ayudar si no tienes algo para una cita, Kim Namjoon? ¿Piensas que me quedaré de brazos cruzados sin reclamarte al respecto? Uhm no, eso es imposible.

El pequeño veía ropa por ropa en mi armario, sacando ganchos con camisas, pantalones y sudaderas, dejándolas esparcidas por todo el cuarto.

Esto sería un desastre.

—Debí llamar a Hobi —susurré mordiendo mi labio.

Mis pies se movían inquietos y mi corazón bombeaba como si fuese un niño en navidad esperando a que Santa Claus viniera.

O peor.

Mi día de descanso había llegado, el martes fue un día tan cansado y ocupado, que no tuve tiempo de hablar con mis amigos, pues me mantuve encerrado en mi oficina por la vergüenza a salir ya que todo el piso veintiséis sabía del escándalo que Mi-suk había hecho -contando que terminé lleno de café-.

Hoy me había levantado temprano para tomar un baño y buscar algo que ponerme sin éxito alguno, así que decidí tomar algunas notas de ideas para mi cita con Elara y después llamar a Jimin para que me ayudara con ello.

—¡Por fin! Algo que puedo poner en ti para ir a tu primera cita de muchas —sonrío Jimin mostrándome una camiseta con letras en color rojo en el centro. —también encontré una chamarra de tipo cuero negra, ponte tus jeans oscuros, unos tenis que sean de tu agrado y, por favor, —dejando la ropa en la cama, hizo una seña para que me agachara un poco, lo cual hice. —arregla tu cabello —sus manos se posaron en mi cabeza despeinándolo un poco.

Coffee shop «Kim Namjoon»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora